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viernes, 30 de mayo de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (18/21) 2002

Una elección “salomónica” entre dos candidaturas rivales otorgó por primera vez la organización de un Campeonato del Mundo a dos países distintos: Corea del Sur y Japón, en el primer Mundial de la historia en disputarse en suelo asiático. Tal circunstancia provocó un record de sedes (20), repartidas a pachas entre japoneses y surcoreanos. Desde el punto de vista del calendario y los grupos, era como si cada país organizara un Mundial de 16 equipos, hasta su reunión en la final de Yokohama. Para compensar esta circunstancia, se concedió el partido inaugural a la capital surcoreana Seúl.

El poderío económico de los patrocinadores estaba muy preocupado por la diferencia horaria con respecto a Europa y América, que obligaba a unos u otros a madrugar o trasnochar para presenciar los partidos en directo por TV. La lejanía de Extremo Oriente no favoreció tampoco el desplazamiento de aficionados autóctonos. La presión del lobby publicitario y del marketing llegó al extremo de influir en el diseño del balón oficial. Bautizado como “Fevernova”, fue muy criticado porque su ligereza y su dibujo engañaban a los porteros, acostumbrados a otro tipo de esférico. Incluso se sospechó de presiones de lobbys comerciales sobre el desarrollo del campeonato, dato que no ha sido contrastado. Lo cierto es que este campeonato se caracterizó como pocos por la profusión de errores arbitrales.

Polémicas aparte, lo más brillante de la organización fue la logística de desplazamientos y acomodo de las selecciones y la prensa, además de la comodidad y estética de la mayoría de los estadios, muchos de ellos erigidos para la ocasión ya que ambos países tenían escasez de recintos amplios para la práctica del fútbol.

Hay que añadir que el éxito organizativo de esta edición inició la moda de las candidaturas conjuntas, tanto en casos plausibles como la Eurocopa “alpina” de Austria y Suiza, como para candidaturas estrambóticas como la de España y Portugal para las más recientes elecciones de sede mundialista.

Hakan Sükür, goleador turco
En la fase clasificatoria compitieron 197 selecciones por treinta plazas. Holanda, semifinalista en la edición anterior, no consiguió clasificarse, como tampoco la postrera Yugoslavia, compuesta ya solo de serbios y montenegrinos. Austria, Rumania y Chile fueron otras ausencias significativas. A cambio, hubo cuatro selecciones debutantes de cuatro continentes distintos: China, Ecuador, Eslovenia y Senegal. Volvía Portugal tras tres fases finales ausente. Además, Turquía se clasificó por segunda vez tras su única participación en 1954. Australia, pese a su goleada record a la Samoa Estadounidense por 31-0, se volvió a quedar a las puertas de la clasificación al perder en Montevideo en la última eliminatoria con la decana de las campeonas: Uruguay.

El sistema de competición era similar al de 1998, con el curioso reparto de equipos y sedes anteriormente citado. Se mantuvo la polémica regla del “Gol de Oro”, que sería más adelante desechada.

El senegalés Papa Bouba Diop noqueó a Francia
Francia, defensora del título, inauguró el Mundial de 2002 el 31 de mayo ante la debutante Senegal. El primer partido suele ser proclive a sorpresas y esta vez no sería una excepción. Senegal emuló a la Camerún de 1990 y ganó por 1-0 a la vigente campeona. Después, Francia empató sin goles ante Uruguay y se vio obligada a ganar a Dinamarca para clasificarse, pero perdió por 2-0. La Francia Campeona del Mundo y de Europa (con el bloque mantenido de 1998 liderado por Zidane) se fue de Corea del Sur sin marcar un solo tanto. Senegal fue primera del Grupo A y Dinamarca se clasificó como segunda.

Si Francia había fracasado en el Grupo A, España hizo todo lo contrario en el Grupo B. Ganó sus tres partidos –cosa que no ocurría desde 1950-, incluyendo una cuenta pendiente con Paraguay del Mundial anterior. El fútbol de ataque dirigido por José Antonio Camacho (en su día defensa) sustituyó al defensivo de su predecesor Javier Clemente (en su día delantero) y su plantel reunía jugadores de corte técnico y talentoso como Valerón y Diego Tristán, añadidos a supervivientes de 1998. La combinación de veteranía y juventud y el éxito de los primeros partidos aumentaron la confianza de los aficionados españoles. Paraguay se clasificó gracias a haber marcado un gol más que los sudafricanos (terceros). Eslovenia no tuvo un buen debut y perdió sus tres partidos, quedando eliminada.

Scolari y Ronaldo
El Grupo C acabó liderado por Brasil –como era de esperar-. La selección “canarinha” dirigida por Scolari basó su éxito en la facilidad goleadora de sus delanteros. Ronaldo (4 goles) y Rivaldo (3) marcaron en los tres encuentros de grupo, donde se vieron goleadas. Turquía se sobrepuso a un clamoroso error arbitral (Kim Young-Joo señaló como penalti para Brasil una acción ocurrida fuera del área que derivó en el gol de la victoria brasileña) y se clasificó como segunda del Grupo C. La animosa Costa Rica y la debutante e inexperta China quedaron fuera.

El Grupo D acogía a una de las anfitrionas: Corea del Sur. Dirigidos por el prestigioso técnico holandés Guus Hiddink los surcoreanos demostraron que habían aprendido mucho de sus experiencias consecutivas de los últimos campeonatos. Hiddink enfatizó en la condición física y en el desarrollo táctico del equipo. Además, contaban con el fervoroso apoyo de sus hinchas conocidos como “La Marea Roja” al ir todos uniformados y cubrir de ese color los graderíos. Por si esto fuera poco, a lo largo del campeonato se verían beneficiados por una serie de errores arbitrales que levantaron un sin fin de sospechas “conspirativas” sobre el torneo. El periplo de los surcoreanos en el Mundial 2002 comenzó con su primera victoria en una fase final ante Polonia, al tiempo que Portugal –la otra gran selección del grupo- caía contra pronóstico ante los Estados Unidos. Rehecha la Portugal de Figo, Paulo Bento, Pauleta, Fernando Couto, Vítor Baía y demás ante los polacos (4-0) el último partido del grupo enfrentó a lusos y surcoreanos. El empate valía a ambos para clasificarse pero los locales jugaron con ardor, y con dos expulsiones portuguesas cuando menos discutibles que debilitaron a los europeos. Park Ji-Sung marcó y envió a Portugal a su casa. Los Estados Unidos se clasificaron en su lugar pese a perder con Polonia por 3-1.

Nuevo episodio del Argentina-Inglaterra en el Grupo F
El Grupo E comenzó con una inclemente goleada alemana a Arabia Saudí (8-0) con tres goles de Miroslav Klose. El delantero marcaría otros dos tantos en los restantes encuentros hasta sumar cinco y colocarse al frente de la tabla de goleadores. Irlanda y Camerún, que empataron en el primer encuentro, se disputaron la segunda plaza del grupo que cayó en manos de los británicos. Camerún, campeona olímpica y con Eto’o como figura, no consiguió clasificarse pese a tener altas expectativas en el torneo.

Inglaterra y Argentina volvieron a enfrentarse una vez más en el Grupo F. En esta ocasión, Inglaterra vengó afrentas anteriores y venció a los sudamericanos con un gol de penalti de su estrella mediática David Beckham. La primera plaza del grupo no fue suya porque Suecia marcó dos goles más y aprovechó su victoria ante Nigeria. Argentina, con grandes jugadores en cada posición del campo y según muchos una seria candidata al título, quedó sorprendentemente eliminada.

Rusia pereció ante Bélgica y Japón
El Grupo G estaba encabezado por Italia, que volvió a ser fiel a si misma en lo que a su tradicional primera fase mediocre se refiere. Tras vencer a la debutante Ecuador con dos goles de su gran delantero Christian Vieri, Italia tropezó ante una renovada selección de Croacia por 2-1. Sin embargo, los croatas fueron sorprendidos por Ecuador, que –ya eliminada- quiso desquitarse venciendo el último partido. La victoria ecuatoriana beneficiaba a los otros dos equipos en liza, la líder México y –por supuesto- Italia. Ambas selecciones se clasificaron y los balcánicos que se las prometían felices hicieron las maletas de vuelta a Europa.

Finalmente, el Grupo H tenía como cabeza de serie a la otra anfitriona del Mundial (Japón). Los japoneses eran a priori inferiores a Bélgica y Rusia, pero supieron contener a los belgas (2-2) y vencieron a los rusos (1-0, gol de Inamoto), y una victoria final ante la débil Túnez les abrió las puertas de los octavos de final. Rusia presentó un equipo veterano pero su jugador ofensivo más determinante (Alexander Mostovoi) tuvo problemas con el seleccionador Oleg Romantsev y no fue alineado en todo el torneo. En el partido definitivo ante Bélgica, la reaparición del consumado delantero Wesley Sonck decidió la suerte del partido: la clasificación belga tras victoria por 3-2 y la consiguiente eliminación rusa.

Byron Moreno expulsa a Totti
Salvo la goleada inglesa a Dinamarca (3-0) y la victoria de los EE.UU. ante México en el duelo norteamericano (2-0) el resto de partidos fueron ajustados y reñidos. Volvió a aparecer el fantasma de la conspiración del lobby ultra-publicitario interesado en mantener a Brasil y a los anfitriones en el torneo a toda costa. Bélgica sorprendió y fue superior a la “canarinha”, pero el árbitro jamaicano Prendergast anuló un gol legal a Wilmots con empate a cero. Después, Ronaldo y Rivaldo volvieron a decidir y clasificaron a Brasil para cuartos. Corea del Sur, por su parte, se enfrentaba a Italia. Los locales realizaron un gran despliegue físico pero Italia tenía mayor pegada y llegaba con más peligro al área rival. Tommasi marcó un gol legal anulado por el árbitro ecuatoriano Byron Moreno por erróneo fuera de juego. Totti fue expulsado con polémica y tras varios intentos fallidos el delantero surcoreano Ahn Jung Hwan marcó al final de la prórroga el “Gol de Oro” que clasificó a los anfitriones. El encuentro despertó múltiples suspicacias, y no sería el último escándalo del torneo. Gracias a la inspiración de su joven portero Casillas (que detuvo tres penaltis, uno durante el encuentro y dos en la tanda final) España superó a Irlanda. Alemania ganó apuradamente a Paraguay con gol de Neuville casi al final del encuentro mientras Senegal daba la campanada eliminando a Suecia. Japón se despedía de su campeonato al perder ante Turquía por la mínima.

Ahn Jung-Hwan encarna la felicidad surcoreana

Otro escándalo en el Corea del Sur-España
Los cuartos de final fueron Brasil-Inglaterra, Alemania-Estados Unidos, Senegal-Turquía y Corea del Sur-España. Inglaterra se adelantó con un gol de Owen, pero los de Scolari remontaron. Ronaldinho se presentó ante el mundo con un genial gol de falta que clasificaba a Brasil. Alemania volvió a pasar apuros para superar la eliminatoria de turno. Los Estados Unidos sorprendieron por su capacidad física y su mejorada técnica, pero Ballack desequilibró el choque en favor de los europeos. Senegal y Turquía se jugaron –quién lo diría- una plaza en semifinales, que fue para los turcos gracias al “Gol de Oro” de Mansiz apenas iniciada la prórroga. 

Hierro protestando a Al-Ghandour
El duelo entre Corea del Sur y España fue el paroxismo de la mala actuación arbitral en los Mundiales. España tenía ante sí la gran ocasión de romper su maldición de cuartos de final y fue claramente superior a los locales, pero éstos contaban con la “protección” arbitral. El egipcio Al Ghandour -que había arbitrado correctamente a España ante Paraguay en la primera fase- anuló tres goles a los ibéricos. Uno al inicio de la segunda mitad y otros dos en la prórroga. El primero de éstos últimos por salida del balón más allá de la línea de fondo que la repetición televisiva se encargó de contradecir. Los surcoreanos dispusieron de dos claras opciones consecutivas que salvó Casillas. Al final, a penaltis. El único lanzamiento fallado, del joven Joaquín, fue precedido del movimiento anticipado del portero Lee Won-Jae y debió ser repetido. Tras esta última irregularidad, Corea del Sur consumó el éxito de verse en semifinales y, posteriormente, el estadio de Gwangju donde lograron la hazaña sería bautizado con el nombre de su técnico Guus Hiddink. España volvió a casa con la sensación de haber sido expoliada.

Ballack acabó con el sueño asiático...
Corea del Sur se enfrentó a Alemania por un puesto en la final. Los surcoreanos, sin presión y con todo por ganar, jugaron su mejor partido en la semifinal pero esta vez no gozaron de favores arbitrales. Alemania fue fiel a sí misma: superioridad física, aguantar y esperar a que los inspirados de la delantera encuentren el gol. Éste apareció gracias a Ballack, que remató un despeje en corto de Lee Won-Jae y clasificó a Alemania para una nueva final. Brasil sería su rival tras vencer a Turquía en un partido espectacular con duelo de delanteros (Hakan Sükür frente a Ronaldo). El turco lo falló todo y el brasileño aprovechó una de sus oportunidades clasificando a Brasil para su tercera final consecutiva. Turquía encontraría el consuelo y el cierre a su gran campeonato en la final por el tercer puesto al ganar a Corea del Sur por 3-2. Hakan Sükür tardó sólo once segundos (record) en marcar el gol que se le resistió tenazmente en la semifinal.

... y Ronaldo con el alemán
Pese a ser las dos primeras selecciones del ranking histórico, Brasil y Alemania nunca se habían enfrentado en un Mundial. La primera ocasión llegó en la final del campeonato de 2002. El prestigio de los contendientes no se tradujo en buen fútbol sobre el césped de Yokohama. Por mor de criterios ultra-publicitarios su portero Oliver Kahn fue nombrado (no sin polémica) el mejor jugador del torneo. Paradójicamente, un error de Kahn sirvió en bandeja el primer gol a Ronaldo, ya avanzada la segunda mitad. Aún impactados por el gol recibido, una nueva contra brasileña sirvió a Ronaldo para fusilar de nuevo al portero del Bayern y sentenciar el campeonato en favor de Brasil, que conseguía su quinta corona mundial. A su vez, Ronaldo elevó el listón del máximo goleador mundialista de las últimas ediciones a ocho goles. El record de Gerd Müller parecía al alcance del gran delantero sudamericano.


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