
El segundo de... Kvitova
Serena Williams
estaba dispuesta a mejorar la imagen que ofreció en los últimos Grand
Slam disputados (Australia y Roland Garros) y pasó las dos primeras
rondas ante Tatishvili y Scheepers sin problemas, pero Alizé Cornet
le cerró el paso en dieciseisavos –y eso tras un 6-1 a favor en el
primer set- y la líder del ranking WTA volvió a hacer las maletas antes
de tiempo. La francesa pudo disfrutar poco de su sorprendente victoria,
pues en octavos la superó apuradamente la “enfant terrible” del circuito
hoy en día: Eugénie Bouchard.
Pese a que ninguna de sus victorias fue sencilla, la rubita canadiense
se plantó en cuartos de final dando sensaciones de campeona. La alemana Angelique Kerber venía de vencer a Maria Sharapova
pero Bouchard “vengó” a su admirada referente y alcanzó las
semifinales. Allí se citó por segunda vez en profesionales (y las que
nos quedan por ver...) con Simona Halep,
la jugadora revelación del pasado año en los torneos Premier, y de este
año en Grand Slam. Lo que prometía ser uno de los grandes partidos del
torneo y que yo aguardaba con sumo interés como admirador que soy del
juego de ambas, se quebró a los diez minutos al torcerse un tobillo la
rumana. Aún así, gracias al pundonor y a los magistrales ganadores de
Simona y al desconcierto de “Genie”, que empezó a fallar golpes
sencillos de forma sorprendente, el primer set llegó al “tiebreak”. La
victoria de Bouchard en la primera manga sentenció el encuentro y dejó
pendientes las emociones de futuros Bouchard-Halep para próximos
torneos.