Se presentaba por primera vez en Oviedo el equipo español de Copa Davis para enfrentarse en primera eliminatoria a la selección de Kazajstán. Una selección medio renovada-medio de apaño por la ausencia de las dos primeras raquetas patrias Rafael Nadal y David Ferrer y de la pareja habitual de los últimos años en dobles: Feliciano-Verdasco. Y con Àlex Corretja como nuevo capitán. Los kazajos se presentaron con Mikhail Kukushkin como único tenista de cierto nombre más tres jugadores menos conocidos como Golubev, Schukin y Korolev, que demostraron bien poco. Los cuatro jugadores eran de origen ruso.
El Palacio de los Deportes acogió el evento, habilitándose dos gradas supletorias y girando 90 grados el sentido de la pista (de tierra batida, por supuesto) para dar cabida a seis mil personas en total. Apenas se rebasó la media entrada y las charangas española y kazaja, junto con la garra de Ferrero y la buena compenetración de la pareja Granollers-Marc López fueron las únicas alegrías de un ambiente que se acercó a lo gélido.