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viernes, 20 de enero de 2017

Deporte y Cine (5): "Rocky" (boxeo)



En las recientes fiestas navideñas hemos celebrado el 40º aniversario del estreno en los Estados Unidos (a España llegó mucho más tarde) de una de las películas deportivas más emblemáticas: “Rocky” (1976). El filme que elevó al estrellato a Sylvester Stallone y que fue el gran triunfador de la edición correspondiente de los Premios Óscar. Si ir más lejos, el propio “Sly” se llevó uno... como guionista. “Rocky” trasciende el género del cine deportivo para convertirse en un icono popular del séptimo arte y un símbolo moderno de la superación por el esfuerzo que hoy conviene reivindicar. Las claves de su éxito son la empatía sin igual que despierta su protagonista, la fuerza de su relato y una gran puesta en escena recreando la vida de los suburbios de Philadephia, envueltos en la música del otro lanzado a la fama: Bill Conti.

Ficha técnica

“Rocky”

Título original: “Rocky”
Director: John G. Avildsen
Producción: Robert Chartoff, Irwin Winkler y Gene Kirkwood (p. ejecutiva) para United Artists.
Guión: Sylvester Stallone
Banda Sonora: Bill Conti
Fotografía: James Crabe
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 119 minutos
Año de producción: 1976
Reparto principal:
         Sylvester Stallone (Rocky Balboa)
         Burgess Meredith (Mickey)
         Talia Shire (Adrian)
         Burt Young (Paulie)
         Carl Weathers (Apollo Creed)


Sinopsis

Finales de 1975. Rocky Balboa (Sylvester Stallone) es un hombre no muy listo pero simpático y bienintencionado que trabaja en Philadelphia como cobrador/matón de un prestamista llamado Tony Gazzo (Joe Spinell). Su pasión es el boxeo, al que ha dedicado muchos años como púgil amateur. Zurdo y fajador, apodado “El Potro Italiano”, muchos le consideran un boxeador mediocre al que se le ha pasado su mejor época. Así lo piensa también Mickey (Burgess Meredith), vieja gloria del boxeo local y dueño del gimnasio al que acude. Todos los aficionados de Philadelphia aguardan el combate del día de Año Nuevo de 1976 en el Spectrum en el que el campeón de los pesos pesados Apollo Creed (Carl Weathers) pondrá en juego su título mundial.

En torno al día de Acción de Gracias de 1975 (último jueves de noviembre), el destino se cruza doblemente en la vida de Rocky. Por un lado comienza una relación sentimental con Adrian (Talia Shire), tímida y adorable empleada de una tienda de mascotas hermana de su amigo Paulie (Burt Young). Justo en ese momento, surge de modo inverosímil su gran oportunidad como boxeador. Apollo Creed se queda sin aspirante con el que pelear, y para no suspender el combate y perder con ello sustanciosos beneficios económicos, Creed elige pelear con un anónimo boxeador local. El elegido es Rocky.

Enterado de la noticia, Mickey se ofrece a Rocky como entrenador y éste –olvidando viejas rencillas- acepta su ayuda. Desde entonces, comenzará un plan de entrenamiento heterodoxo y casi contrarreloj (sólo cinco semanas) que le preparará para el combate ante Creed. Mientras tanto, desoyendo los consejos de su entrenador, el campeón sólo se preocupará de su contrincante para ridiculizarle por TV. Paralelamente se desarrollará la relación con Adrian, obstaculizada por los celos de su hermano Paulie. Rocky asume que no podrá con Apollo Creed pero se propone una meta imposible que –de lograrla- le convertirá en un héroe del boxeo: resistir los quince asaltos al campeón.

jueves, 30 de octubre de 2014

Deporte y Cine (3): "Cuando éramos reyes" (boxeo)

Tal día como hoy hace cuarenta años (30 de octubre de 1974) tuvo lugar en Kinshasa, Zaire (actual República Democrática del Congo) uno de los combates más célebres de la historia del boxeo: La disputa del título mundial de los pesos pesados entre el joven campeón George Foreman y el ex campeón y máxima figura de la época Muhammad Ali. Una cita que trascendió los límites del deporte en varios sentidos: Comprendía un festival previo de grandes figuras de la música negra, sirvió –a golpe de talonario- como presentación internacional del dictador Mobutu y supuso el renacer de la controvertida figura de Ali tras su polémica renuncia a combatir en Vietnam. El evento, bautizado como “Rumble in the Jungle” (“Estruendo en la Jungla”), fue llevado al cine de manera brillante en el documental “Cuando éramos reyes”. Dirigida por Leon Gast, “Cuando éramos reyes” está considerada como una de las mejores películas documentales de la historia del cine por su dinamismo y su habilidosa mezcla de imágenes, música, relatos y entrevistas.

El boxeo es, sin lugar a dudas, el deporte que mejor se ha llevado con el cine. Varias películas dedicadas al deporte de las doce cuerdas son iconos del séptimo arte (“Toro Salvaje”, “Rocky”...) A pesar de que su dramatismo ha captado desde siempre la atención de las cámaras el pugilato tiene actualmente mala prensa debido a que en los últimos años se ha impuesto un canon moral de pensamiento único que identifica este deporte con la exaltación de la violencia. Llama mucho la atención cómo en España, cuna o patria adoptiva de varios campeones internacionales (Uzcudun, Urtain, Carrasco, Legrá, “Gitano” Jiménez, Perico Fernández, Castillejo y tantos otros) se le ha dado la espalda al boxeo cuando, en tiempos (ahí están las hemerotecas), llenaba páginas y páginas de la prensa deportiva y general.

Asumiendo el punto de vista de los afroamericanos en plena efervescencia de la lucha por los derechos civiles “Cuando éramos reyes” toma partido indudablemente por Muhammad Ali, el deportista que más se significó en favor de esta causa en la década de los sesenta junto con los atletas de la delegación estadounidense de México’68 (todos tenemos en mente los puños en alto de Smith y Carlos) y Kareem Abdul-Jabbar, entre otros. Sin ir más lejos, los primeros minutos del filme se dedican a narrar en apuntes los primeros treinta y dos años de la vida del famoso boxeador de Louisville.