Hoy 18 de julio de 2016 conmemoramos varias efemérides y
cumpleaños ilustres y redondos. Aquí recordamos hoy que se cumplen veinte años
del fallecimiento de uno de los más grandes escaladores de la historia del
ciclismo. En su breve carrera profesional consiguió hacerse un hueco importante
en una época de grandes figuras capitaneadas por Eddy Merckx y dejó un recuerdo
imborrable entre los aficionados que vivieron sus gestas en la carretera. No
volvieron a verse en las principales cuestas de las grandes vueltas ataques
como los suyos hasta que otros mitos infortunados como Marco Pantani o José
María “Chava” Jiménez las llevaron a cabo. Se trata por supuesto de José Manuel Fuente.
José Manuel Fuente Lavandera nació en Limanes (Siero),
pueblo cercano a Oviedo el 30 de septiembre de 1945. Conocido por el
sobrenombre familiar “Tarangu”, inició su carrera
profesional en 1969 en el equipo “Pepsi-Cola” y al año siguiente conseguiría
sus primeras victorias en las filas del Karpy. La primera gran victoria de
Fuente tuvo lugar en Montjuich, en la última etapa de la L Vuelta a Cataluña. Antes
había destacado en la Vuelta a España’70 como mejor neoprofesional finalizando
16º a 5’23’’ del ganador Luis Ocaña. Éstas credenciales y sus primeras
demostraciones de singular arrojo en la carretera le abrieron las puertas del KAS, equipo señero del pelotón español
de la época.
Uno de sus primeros titulares (Montjuich 1970) |
En las filas del equipo vasco alcanzaría sus mayores
cotas como ciclista pero la relación Fuente-KAS no fue fácil y tuvo varios
altibajos. De vez en cuando se criticaba el rol de Fuente en el equipo y se ponía
en solfa su liderazgo frente a ciclistas autóctonos como Miguel Mari Lasa o
Domingo Perurena. Su condición de individualista en los albores de las grandes
tácticas de equipo tampoco jugaba a su favor. Al final solía imponerse la
tozuda realidad en la carretera. A lo largo de su periplo en el KAS El Tarangu
silenció varias veces las críticas con sus victorias.
Su gran afabilidad, timidez y sentido del humor en la
vida cotidiana contrastaban con su imagen como ciclista. Deportista de
semblante serio, demostraba fuerte carácter tanto en la carretera como en sus
declaraciones a la prensa. Cuando se notaba en forma pecaba en ocasiones de
fanfarrón diciendo que iba a atacar y nadie le podría seguir. Y muchas veces su
“largada” se cumplía. Fumador confeso,
inconformista y a veces díscolo ante la disciplina de grupo, tuvo dos
características como ciclista que le hicieron célebre. Dos caras de la misma
moneda: Sus feroces ataques (incluso en etapas llanas que a priori no le eran
propicias) y sus famosos desfallecimientos o “pájaras” que siempre pagaba muy caros en la clasificación general.