Elegida como sede del XII Mundial en el Congreso de la FIFA de Tokio 1964, España
 era el último gran país de Europa occidental que organizaría una fase 
final. Cuatro años después del enturbiado campeonato argentino y con su 
propio régimen militar (Franco) ya terminado, en el país ibérico se iba a
 vivir un Mundial con mejor ambiente, aunque a más de un directivo de la
 FIFA le tembló el pulso durante el golpe de estado del 23 de febrero de
 1981. País eminentemente futbolero, España organizaría un brillante 
campeonato, cuya única gran pega fue el intenso calor que se tuvo que padecer en determinadas sedes en los partidos de la tarde. La mascota “Naranjito”, adorable para unos y abominable para otros, destacó como una de las más carismáticas de la historia social del campeonato.
Salvo el Racing de Santander y la Real Sociedad de San Sebastián, todos los grandes equipos de la península tuvieron el honor de acoger partidos mundialistas en sus estadios, con lo que se satisfizo con creces la necesidad de más sedes para el campeonato. La FIFA había incrementado el número de participantes de dieciséis a veinticuatro, justificando tal medida con la lista de ausencias
 notables en cada edición mundialista. Aún así, en 1982 siguió habiendo 
selecciones ilustres no clasificadas. Entre ellas, la subcampeona de los
 campeonatos más recientes (Holanda), la primera campeona (Uruguay), y la habitual Suecia. México y Portugal,
 países de renombre futbolístico de especial relación con España, 
tampoco pudieron clasificarse. A cambio, se pudo ver un Mundial con 
representación de los cinco continentes. Debutaron Argelia, Camerún, Honduras, Nueva Zelanda y Kuwait.
El calendario se modificó, adaptándose al nuevo campeonato con 24 equipos. Se trataba de una evolución del sistema anterior, con dos liguillas. La segunda de ellas era la más atípica, ya que estaba formada por cuatro grupos con tres equipos cuyos campeones disputarían las semifinales. Este modelo no tuvo continuidad, y para el siguiente campeonato se recuperó el cuadro final de eliminatorias heredado de 1970.
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| Camerún en su debut mundialista | 
El Grupo 2º comenzó con la gran sorpresa de la derrota germano-occidental ante la debutante Argelia. Majder, Belloumi y Djamel Zidane deslumbraron al equipo centroeuropeo, un conjunto en transición entre dos generaciones triunfadoras. Chile
 sufrió el desquite de la RFA, que llegó viva al último partido gracias a
 la victoria austríaca sobre Argelia. Conociendo el resultado del último
 partido entre magrebíes y sudamericanos (3-2) se enfrentaban Austria y 
la RF Alemana, sabiendo que una victoria por la mínima de los alemanes 
clasificaba a ambos. Hrubesch
 marcó para la RFA al comienzo del encuentro y, desde entonces, sin 
ningún pudor ni disimulo, los jugadores de ambos conjuntos dejaron pasar
 el tiempo sin apenas atacarse. El bochorno fue tal que la FIFA decidió 
que, desde el siguiente Mundial, los últimos partidos de grupo se 
disputaran simultáneamente. La medida que pretendía evitar las trampas se demostraría inefectiva en próximas ediciones.
El Grupo 3º fue el primer en arrancar con el partido inaugural en Barcelona entre la campeona Argentina y Bélgica. Otra sorpresa: victoria de los belgas ante el equipo de Maradona. Dos días después, Hungría barría a El Salvador por 10-1
 y establecía un nuevo record goleador en las fases finales del 
Campeonato del Mundo que mantiene aún su vigencia. Pese a su gran 
goleada, los magiares no lograron clasificarse. Bélgica fue primera y 
Argentina –rehecha tras su derrota inicial-, fue segunda.
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| Bronca en el Francia-Kuwait | 
| La Selección Española fracasó en "su" Mundial | 
El Grupo 6º acogía los partidos de Brasil.
 La nueva generación de estrellas brasileñas comandada por Zico y 
Sócrates agradó en sus tres partidos, goleando a Escocia y Nueva 
Zelanda. La Unión Soviética, conjunto que respondía a sus premisas clásicas de fútbol rocoso y táctico, se clasificó como segunda tras Brasil.
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| Rossi fue determinante para Italia | 
En las semifinales,
 Italia se enfrentó a Polonia en Barcelona y Francia a la RFA en 
Sevilla. La selección polaca echó mucho en falta la referencia ofensiva 
de su delantero Boniek –ausente por sanción-. Los italianos, por contra, tenían a su delantero centro Rossi
 enrachado. Dos goles del menudo atacante juventino clasificaron a los 
“azzurri” para la final. Algo sorprendente visto el mal juego desplegado
 por Italia en la primera fase pero como ya hemos visto en otras 
ediciones, ésta es la especialidad del equipo transalpino: empezar mal y
 acabar bien. 
La semifinal sevillana sería un encuentro de infarto
 que recordó a muchos el famoso “Partido del Siglo” de México 1970 entre
 alemanes e italianos. En esta ocasión, Francia fue la rival de los 
germanos. Los galos, con una línea media ya consolidada que le daría 
grandes alegrías en el futuro (Giresse, Tigana y Platini),
 dominaron muchas fases del encuentro y merecieron el pase a la final. 
La RFA, fiel a su estilo rocoso y contemporizador, neutralizaba los 
numerosos ataques franceses. En la segunda mitad, el defensa francés Battiston se plantó en solitario ante la meta del portero alemán Schumacher,
 quien le arrolló desentendiéndose del balón. El jugador galo cayó al 
césped sin sentido y hubo de ser hospitalizado. La dura acción de su 
portero acentuó el fervor de los franceses, que en la prórroga se 
llegaron a adelantar por 3-1... pero Rummenigge y Fischer volvieron a empatar. La prórroga terminó con empate a tres goles y llevó a la primera tanda de penaltis
 de la historia mundialista. Las dos paradas de Schumacher a los 
lanzamientos de Six y Bossis resultaron decisivas para la clasificación 
germano-occidental para el partido cumbre. El día antes de la final se 
disputó la final por el tercer puesto en la que Polonia ganó a Francia por 3-2.
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| La gran Selección Francesa de 1982 | 
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| Tardelli frente a Breitner | 
El partido, sin ser espectacular, fue interesante y tuvo alternativas. La RF Alemana
 de Rummenigge, Briegel, Breitner, Stielike y los gemelos Forster dominó
 ligeramente la primera mitad, si bien la gran ocasión fue italiana: Un 
penalti que Cabrini lanzó 
fuera. En la segunda parte Italia se sacudió el dominio alemán y llegó 
cada vez con más peligro a la meta de Schumacher. En una de estas, Gentile centra desde la banda derecha y entre un marasmo de jugadores, Rossi
 pica el balón de cabeza en el área pequeña para anotar el 1-0. Aún no 
repuestos del gol inicial, los alemanes conceden un contragolpe que 
culmina Tardelli con un 
fuerte disparo desde el borde del área. Su impetuosa celebración fue tan
 histórica como los saltos del presidente italiano Sandro Pertini en el palco. Altobelli sentenciaría a falta de diez minutos y, al poco rato, el superviviente de 1974 Paul Breitner marcaría el gol del honor germano-occidental. Italia, de menos a más como de costumbre, se coronó como tricampeona mundial.
Nota final:
 En su día escribí sobre mi recuerdo personal del Mundial de 1982. Tenía
 sólo cuatro años pero lo pasé a caballo entre dos ciudades sede y de 
algo me enteré. Es uno de los artículos más leídos del blog y por alguna
 razón será...:
http://deportesconhistoria.blogspot.com.es/2012/07/mis-recuerdos-del-mundial-de-espana.html









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