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jueves, 5 de junio de 2014

Breve Historia del Mundial de Fútbol (20/21) 2010

Tras la ajustada votación para 2006, Sudáfrica consiguió los votos necesarios para imponerse a la otra gran candidata –Marruecos- y el Comité Ejecutivo de la FIFA le otorgó el 15 de mayo de 2004 la organización del XIX Campeonato del Mundo en 2010. Iba a ser el primer país africano en organizar un Mundial y había ciertas dudas sobre la capacidad organizativa de Sudáfrica, que la experiencia del Mundial de Rugby de 1995 podía disipar. El “apartheid” permanecía en el recuerdo de todos, pero era una época aparentemente superada con la presidencia de Nelson Mandela. La población negra, mayoritaria en Sudáfrica, tenía al fútbol como su deporte-enseña y se volcó con el campeonato.

Hubo problemas organizativos que ya se pudieron apreciar en la Copa Confederaciones del año anterior. Si bien las comunicaciones funcionaron bien, los puntuales robos sufridos en algunos hoteles de equipos y prensa y la escasa afluencia de público (solucionada torticeramente con apertura de puertas iniciados los encuentros) fueron los fallos principales de una organización correcta en líneas generales. Los entusiastas aficionados sudafricanos, que no dejaron de hacer sonar sus cornetas llamadas “vuvuzelas” pese al frío del invierno sudafricano, paliaron la escasa presencia de aficionados autóctonos de los países en liza. Las multinacionales siguieron haciendo negocio en torno al Mundial. Amén de la orgía económica de contratos y retransmisiones televisivas, el balón “Jabulani” representó una nueva polémica semejante al del “Fevernova” de 2002.

Los hinchas locales en un partido de Sudáfrica
Las sedes del campeonato fueron fueron Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Pretoria, Nelspruit, Port Elizabeth, Durban, Rustemburgo, Bloemfontein y Polokwane. Varios estadios fueron reformados, entre ellos el Soccer City de Soweto, Johannesburgo (escenario del primer mitin de Mandela tras su liberación en 1990) que fue ampliado sustancialmente hasta una capacidad de 94.000 espectadores para convertirlo en la sede principal de Sudáfrica 2010.

Suecia, Bélgica y Croacia fueron las ausencias más destacables de países europeos, mientras habituales de los últimos Mundiales como Arabia Saudí y Túnez tampoco consiguieron el billete a Sudáfrica. Volvieron Uruguay, Chile, Dinamarca, Camerún, Argelia (ausente desde los ochenta), Nueva Zelanda (presente en España’82) y Corea del Norte (tras 1966), y debutaron dos selecciones herederas de Yugoslavia y Checoslovaquia (Serbia y Eslovaquia). Por lo demás, las principales selecciones estuvieron presentes en el primer Campeonato del Mundo disputado en suelo africano.

Francia fue "guillotinada" en la primera fase
Las finalistas de 2006, Italia y Francia, sufrieron sendos descalabros. No solo quedaron eliminadas en la primera fase, sino que terminaron últimas de sus respectivos grupos (A y F). Francia repitió la decepción de ocho años atrás en tierras asiáticas y cayó ante México y Sudáfrica. Uruguay -con Tabárez como seleccionador y Diego Forlán, Cavani y Luis Suárez en la delantera- fue primera del Grupo A. México fue segunda.

El Grupo B fue comandado por Argentina, que ganó a sus tres rivales (Nigeria, Corea del Sur y Grecia) sin hacer grandes alardes. Los tres goles de Higuaín a los surcoreanos –que fueron segundos- fue lo más brillante del grupo. Maradona entrenaba a Argentina, aunque muchos pensaban que su calidad como entrenador era pésima. Messi, para muchos sucesor natural del “Pelusa” y que partía como líder argentino, tuvo una actuación muy gris que se prolongaría en la fase eliminatoria.

Estados Unidos e Inglaterra se clasificaron en el Grupo C ante Argelia y Eslovenia. Los eslovenos, con el colchón de la victoria ante los argelinos, empataron con los norteamericanos y fueron vencidos por Inglaterra con gol de Defoe en el partido clave. Los Estados Unidos, que habían sorprendido un año antes como finalistas de la Copa Confederaciones, no fueron tan brillantes pero sí efectivos.

Holanda tenía un gran equipo
Alemania goleó a Australia en el primer partido del Grupo D, pero en la segunda jornada llegó el tropezón germano ante Serbia (gol de Jovanovic). Sin embargo, un gol de Özil dio la victoria a los cabezas de serie ante Ghana y se rehicieron alcanzando la primera plaza del grupo. Australia rozó la clasificación pero fueron los africanos quienes se clasificaron como segundos.

Holanda fue de las pocas cabezas de serie que dieron buena impresión en la primera fase. Ganó todos sus partidos en el Grupo E con solvencia y recibiendo sólo un gol ante Camerún siendo ya primeros de grupo. El equipo de Van Marwijk con Van Persie, Robben y Sneijder como máximas figuras, superó a Japón, Dinamarca y los centroafricanos. En el partido que decidía la otra plaza en juego, Japón sorprendió a Dinamarca con goles de Endo, Honda y Okazaki y obtuvo plaza para octavos de final.

Vittek fue la pesadilla italiana
Como antes citamos, Italia se despeñó en el Grupo F. A dos empates a uno ante Paraguay y Nueva Zelanda con muy poco brillo le siguió una inesperada y letal derrota ante Eslovaquia. Dos goles del goleador centroeuropeo Vittek y otro final de Kopunek eliminaron a Italia, que fracasó rotundamente en su intento de revalidar el título mundial obtenido en 2006. Paraguay encabezó el grupo y Eslovaquia, pasando sobre Italia, fue segunda.

El Grupo G enfrentaba a Brasil y Portugal, uno de los duelos más esperados de la primera fase. Brasil ganó a Costa de Marfil y Corea del Norte mientras los portugueses empataron a ceros ante los africanos y endosaron a los asiáticos la mayor goleada del torneo (7-0). En el último partido de grupo, Brasil y Portugal firmaron un soso empate sin goles que clasificó a ambas selecciones para octavos.

El gol de Gelson Fernándes a España
El Grupo H comenzó con la sorprendente derrota de España ante Suiza. Los españoles habían roto el maleficio histórico de su selección con el título de Campeones de Europa obtenido dos años atrás con Luis Aragonés y su actual seleccionador Vicente del Bosque heredó un equipo que aspiraba a liquidar los fantasmas mundialistas. Contra Suiza no entró nada y una ocasión helvética fue materializada en gol tras varios trompicones por Gelson Fernándes. Obligada a ganar los dos partidos restantes ante Honduras y Chile, Villa e Iniesta emergieron como las grandes figuras españolas en ataque y con sus goles lograron superar el susto. España fue primera de grupo y Chile fue segunda. Ambas selecciones, virtualmente clasificadas con el empate entre suizos y hondureños, jugaron el último partido del grupo y declinaron atacarse avanzada la segunda mitad.

El balón inglés botó dentro de la portería de Neuer
En los octavos de final los árbitros volvieron a erigirse como protagonistas por sus errores. El argentino Jorge Larrionda no concedió un gol inglés válido que empataría el Alemania-Inglaterra a dos, en una acción similar a la de Míchel ante Brasil en 1986. Alemania se impuso después por fuerza y terminó goleando por 4-1 con dos goles de Thomas Müller y otros dos de Klose y Podolski. Roberto Rosetti admitió como gol un remate en claro fuera de juego de Tévez con el que Argentina se adelantaba ante México en la reedición de pasadas eliminatorias. El gol sirvió para espolear a los sudamericanos y desmoralizar a los norteamericanos, que quedaron eliminados. Brasil volvió a eliminar a “La Roja” por goleada en octavos (esta vez 3-0) y Holanda, Uruguay y Ghana superaron por 2-1 respectivamente a eslovacos, surcoreanos y estadounidenses. España y Portugal se enfrentaron por una plaza en cuartos. El partido se mantuvo igualado hasta la salida del corpulento delantero español Fernando Llorente, que rompió la defensa lusa. Villa marcó el único gol del partido en una jugada discutida y clasificaba a los españoles. Pese al buen partido de los portugueses, Cristiano Ronaldo no dio la talla. Paraguay y Japón decidieron su suerte a penaltis, clasificándose los guaraníes.

Tensión en el Uruguay-Ghana
En un partido marcado por los errores defensivos, Holanda consiguió eliminar a Brasil y vengar sus eliminaciones de 1994 y 1998. Robinho aprovechó un error de la zaga neerlandesa para adelantarse, pero los europeos respondieron. Sneijder fue decisivo. Marcó un tanto y botó una falta que cabeceó a gol Felipe Melo en propia puerta. Alemania y Argentina repetían el enfrentamiento de cuartos de final de la edición anterior. Esta vez no hubo igualdad y Alemania pasó por encima de Argentina endosándole una goleada (4-0) que acabó con el puesto de Maradona. Uruguay y Ghana ofrecieron gran espectáculo y un partido dramático que se resolvió en la tanda de penaltis. En el último suspiro de la prórroga, Gyan Asamoah había fallado un penalti, lo que fue un negro presagio para los africanos. Dos paradas de Muslera clasificaron a la Decana de las Campeonas. Por último, tras una segunda parte enloquecida con penaltis pitados y no pitados, fallados y parados, Villa volvió a aparecer para romper el gafe español en cuartos de final. Al fin, España pasó a semifinales derrotando a Paraguay.

Puyol mete a España en la final
La presencia española en semifinales les convirtió automáticamente en los principales candidatos para conseguir el título en Sudáfrica. El camino no iba a ser fácil, pues se enfrentarían a Alemania, ansiosa de revancha tras la final de la Eurocopa de 2008. El resultado fue el mismo y aunque España jugó su mejor partido no consiguió clasificarse hasta que un corner botado por Xavi fue rematado de cabeza por el defensa Puyol a la red a un cuarto de hora del final. Uruguay y Holanda se jugaron la otra plaza de finalista, que fue para los holandeses que vencieron por 3-2. Dos goles consecutivos de Sneijder y Robben mediada la segunda mitad fueron decisivos. Uruguay volvió a perder en la final por el tercer puesto ante los alemanes por el mismo resultado (3-2)

La final del Soccer City de Johannesburgo vería erigirse campeón por vez primera a uno de los dos equipos más importantes en la historia mundialista que aún no habían triunfado: O a España o a Holanda. El conjunto de Van Marwijk, asumiendo el papel de “víctimas”, renunció al juego de ataque típicamente neerlandés y desde el primer minuto practicaron un fútbol que rayó en la violencia para tratar de detener a los españoles. España comenzó atacando pero una brutal falta de Nigel de Jong a Xabi Alonso (patada en el pecho) que fue sancionada sólo con tarjeta amarilla hizo recular a los ibéricos. Los holandeses dispusieron de su gran ocasión a falta de media hora para el final, cuando en un contraataque Robben se plantó sólo ante Casillas. El portero español despejó milagrosamente el balón con el borde de su bota derecha y desde entonces el conjunto naranja se limitó a defenderse con faltas a la espera de otro contraataque. La prórroga subrayó el papel de cada cual: acoso español y faltas holandesas que el árbitro inglés Webb tardó mucho en castigar. Al poco rato de la expulsión de Heitinga, una jugada elaborada del equipo español terminó en un derechazo de Iniesta en el área grande que fusiló al portero Stekelenburg. El gol daba el título a España y el menudo mediapunta, en otra celebración para la historia, mostró bajo su camiseta otra con el nombre de su compañero y amigo fallecido Dani Jarque que le valió una absurda tarjeta amarilla que varios jugadores holandeses habían merecido mucho más por sus faltas. Finalmente, España mantuvo el resultado y, por fin, conquistó el título Mundial que perseguía tan denodada como infructuosamente desde hacía décadas.


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