Colombia había sido la sede elegida para la celebración del XIII Campeonato del Mundo
en el Congreso de la FIFA reunido durante el Mundial de 1974 en
Frankfurt del Meno. En Colombia había gran afición por el fútbol, y
varios de sus equipos habían competido a gran nivel en la Copa
Libertadores. Sin embargo la selección colombiana aún contaba poco en el
concierto internacional. Sólo había participado en la fase final de
Chile’62 y no sería hasta 1975 cuando Colombia consiguiera con el
subcampeonato de aquel año una actuación notable en la Copa América. La
elección de Colombia agradó a los aficionados pero no al lobby de los patrocinadores, que por diversas razones (entre ellas el narcotráfico y su inestabilidad política) recelaban de la sede elegida.
El
retraso en las obras de los estadios y en el resto de infraestructuras
requeridas por la FIFA (Torre de comunicaciones, aeropuertos, líneas de
ferrocarril, etc.) avivó el fuego de los descontentos con la candidatura
colombiana y el lobby “anti-Colombia”
(encabezado por la firma de ropa deportiva Adidas) presionó en los
despachos de la FIFA para forzar al país sudamericano a renunciar a la
organización del Mundial de 1986 en favor de otra sede. Entre los meses
de junio a octubre de 1982 se produjo una especie de “batalla” de la que
salió vencedor el susodicho lobby. La FIFA envió una carta de exigencias
al gobierno colombiano que incluían desde capacidad mínima de los
estadios hasta el requerimiento de visados y comodidades extra para
miembros de la Federación internacional tales como limusinas y jets
privados. El 25 de octubre de 1982 el nuevo presidente colombiano Belisario Betancur respondió a las exigencias con la renuncia de Colombia a organizar el XIII Mundial, dejando una frase para la posteridad: “El Mundial ha de servir a Colombia, y no Colombia a la empresa comercial del Mundial”.
La renuncia de Colombia provocó, igualmente, la ausencia de su
selección en la fase final del campeonato ya que no había concurrido a
las eliminatorias previas al ser la anfitriona prevista.
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La polémica envolvió a Colombia'86 |
En medio de un clima tenso y oprobioso, la FIFA demoró la
elección de la nueva sede durante varios meses, hasta la celebración del
Congreso de Estocolmo del 20 de mayo de
1983. En ese plazo se habían presentado cuatro candidaturas americanas:
Brasil, México, Estados Unidos y Canadá. Brasil renunció por problemas
económicos y Estados Unidos decidió abandonar para reforzar su candidatura de
cara al Mundial de 1994. Considerándose Canadá como un país de escasa tradición
futbolística, se eligió finalmente a México
como nueva sede. La elección mexicana se sustentó en el gran recuerdo –aún
reciente- del Mundial de 1970 y en la alianza personal entre el presidente de
la FIFA João Havelange y Guillermo Cañedo, presidente de la
cadena televisiva azteca Televisa, quien garantizó la viabilidad económica del
campeonato.
A menos de un año de la celebración del XIII Mundial, el 19 de septiembre de 1985, México sufre un devastador terremoto.
El fantasma de una nueva renuncia, e incluso de la no celebración del
Mundial de 1986 flotó en el ambiente. Al final, un acuerdo económico
entre México y Estados Unidos para la reconstrucción de las zonas más
afectadas salvó el accidentado Mundial’86.
El sistema de competición mantuvo su sistema inicial de liguilla con seis grupos de cuatro equipos. La novedad fue la clasificación de los mejores terceros
para completar el cuadro de eliminatorias finales con dieciséis
equipos. Los cuatro mejores terceros clasificados de cada grupo
obtendrían plaza en octavos de final junto con los campeones y
subcampeones. Se estableció que los terceros se enfrentarían a campeones
de grupos, procurando que no pertenecieran a la misma confederación.
Las eliminatorias serían octavos, cuartos, semifinales y final. Este
sistema permanecerá vigente para el resto de Mundiales con 24
participantes.
En cuanto a las sedes,
a los cinco estadios que acogieron el Mundial de 1970 se sumaron siete
más hasta ser doce. Monterrey (con dos estadios), Querétaro, Irapuato y
Nezahualcóyotl se unieron a Guadalajara, Toluca, León, Puebla y la
Ciudad de México como ciudades-sede. A diferencia de 1970, en 1986 sí se
utilizó como sede el Estadio Olímpico Universitario de la capital.
La fase de clasificación deparó las habituales sorpresas, con equipos inesperados entre los clasificados y varias ausencias significativas. Holanda
(con la nueva generación de Gullit, Van Basten, Vanenburg y demás)
volvió a quedarse en el camino tras perder un desempate ante sus vecinos
belgas. Yugoslavia, Suecia, Austria, Checoslovaquia y Chile fueron
otras selecciones destacadas no presentes en México 1986. Dinamarca,
sorpresa de la Eurocopa de 1984, se clasificó por primera vez, así como
Canadá e Irak. Uruguay, Paraguay y Portugal –entre otras- obtuvieron el
billete a México tras varias ediciones ausentes.
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Maradona marca ante Italia |
El Grupo A enfrentó a dos grandes selecciones: La vigente campeona Italia y la poderosa aspirante Argentina, entrenada ahora con Carlos Bilardo y con Diego Maradona
como gran figura. En el encuentro inaugural Italia tropezó con Bulgaria
(1-1), mismo resultado que el partido entre transalpinos y argentinos.
Éstos fueron primeros e Italia segunda, clasificándose también Bulgaria
como tercera. Corea del Sur fue la comparsa del grupo, iniciando en
1986 una serie de presencias consecutivas en fases finales que aún
continúa.
La anfitriona México lideró el Grupo B.
Entrenada por el trotamundos de los banquillos Velibor “Bora”
Milutinovic reunía una destacable generación de futbolistas liderada por
el consumado goleador Hugo Sánchez. Ganó a Bélgica y a Irak, y empató con Paraguay –que fue segunda-. Los europeos se clasificaron como terceros de grupo gracias a su victoria ante los iraquíes.
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Los soviéticos impresionaron |
El segundo partido del Grupo C despertó temor entre las restantes delegaciones. Pese al calor sofocante de Irapuato, la Unión Soviética
barrió del campo a Hungría con una gran goleada (6-0) que les alzó como
candidatos al título. Los soviéticos contaban con un gran bloque basado
en los jugadores del Dinamo de Kiev –campeón de la UEFA de aquel año y
semifinalistas de la Copa de Europa de 1987-. Francia,
vigente campeona europea, fue segunda de grupo empatada a puntos con la
URSS. Hungría fue tercera pero no se clasificó. La selección magiar
hacía tiempo que no era el gran equipo de antaño y dijo adiós al
Mundial. Desde entonces, Hungría no ha vuelto a clasificarse ni para
Mundial ni para Eurocopa. Canadá fue incapaz de puntuar y de golear.
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El balón entra tras el chut de Míchel |
El Grupo D reunió a Brasil, España, Irlanda del Norte y Argelia. En el primer partido del grupo, Brasil y España se enfrentaron en el estadio Jalisco de Guadalajara. Brasil mantenía el grupo de 1982 con Zico y Sócrates en cabeza, más Careca como delantero de referencia. A España, subcampeona europea, habían llegado Butragueño y Míchel
como nuevas figuras. Pese al dominio brasileño, el partido pudo ser
para España si el colegiado australiano Bambridge hubiera concedido como
gol un chut de Míchel que tras impactar en el larguero rebotó dentro de
la portería brasileña. Ésta sería la primera de varias polémicas
arbitrales que empañarían el campeonato. Brasil se clasificó como
primera y España como segunda. A diferencia de 1982, ni Argelia ni
Irlanda del Norte sorprendieron.
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Laudrup y Elkjaer-Larsen |
El Grupo E vivió la gran sorpresa de la primera fase: Dinamarca,
tras ganar a Escocia y golear al Uruguay de Francescoli por 6-1, venció
a la RF Alemana por 2-0 y se clasificó como campeona de grupo. El gran
juego desplegado por los daneses les disparó en las apuestas por el
título. El mundo, como Europa dos años antes, descubrió con asombro a
Michael Laudrup, Elkjaer-Larsen, Jesper Olsen, Arnesen, Lerby... La RF Alemana fue segunda y Uruguay fue tercera pese a no ganar a Escocia.
El Grupo F también viviría otra sorpresa. Una serie de empates y victorias sucesivas aupó a Marruecos a la primera plaza del grupo, siendo el primer equipo africano en superar la primera fase. Inglaterra fue segunda. El declinar de la gran generación de la Polonia
de los setenta no le impidió clasificarse como tercera. Portugal, que
había ganado a Inglaterra y había sido la primera líder de grupo, quedó
eliminada.
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El gran día de Butragueño y de España |
La nueva fase de octavos de final se estrenó con éxito. De entre los ocho partidos cabe destacar las goleadas
de Brasil a Polonia (4-0) y de Inglaterra a Paraguay (3-0), los apuros
de argentinos y alemanes para superar respectivamente a uruguayos y
marroquíes (ambos 1-0), la sorprendente eliminación de la URSS en la prórroga a manos de la hasta entonces insulsa Bélgica (4-3) y, sobre todo, la gran goleada de España a Dinamarca, gran candidata del momento, por 5-1 en la que Butragueño
marcó cuatro goles. Tras esta fase, se consideró internacionalmente que
el Mundial podría caer al fin en manos españolas. Brasil, Argentina,
México y Francia conservaban opciones, mientras que la RF Alemana
representaba al gran candidato discreto.
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Hugo Sánchez, ante Brehme y K.H. Förster |
Los cuartos de final de México’86 también pasarían a la historia. Tres de esos partidos se resolverían a penaltis.
Dos de ellos con especial disgusto de la afición local, pues la
anfitriona México y la “oriunda” España quedaron eliminadas por alemanes y belgas. El Francia-Brasil fue un gran duelo muy igualado que terminó con las esperanzas brasileñas. El Argentina-Inglaterra tenía connotaciones políticas revanchistas por la reciente guerra de las Malvinas. Maradona
fue el gran protagonista del encuentro. Recién iniciada la segunda
parte, un balón colgado deja a Maradona saltando ante el portero Shilton en el área. Maradona golpea el balón con el puño ante el estupor general y la incredulidad del árbitro Bennaceur, quien concedió el gol. Al propio Maradona se atribuyó después el bautizo de la jugada en cuestión como “La mano de Dios”.
Aún con los ingleses protestando, Maradona se redime minutos después
marcando un nuevo tanto espectacular. Partiendo del medio campo, sortea a
todos los jugadores ingleses que le salen al paso y termina definiendo
ante Shilton en el área. El gol final de Lineker
(máximo goleador de esta edición) fue testimonial. Argentina se
clasificó y, tras la exhibición de Maradona, fue señalada como la gran
candidata de las cuatro selecciones supervivientes.
En semifinales, Maradona volvió a decidir ante Bélgica con dos goles para la victoria argentina, mientras que franceses y alemanes occidentales repetían la semifinal de 1982. De nuevo pasó la RF Alemana. La eliminación francesa supuso el fin de la gran generación liderada por Platini
y el comienzo de un largo relevo generacional durante el que Francia se
ausentaría en las dos siguientes fases finales mundialistas. Al menos,
Francia consiguió el tercer puesto tras ganar a Bélgica por 4-2 en la prórroga.
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Burruchaga marca el gol del título argentino |
La final del Mundial 1970 estaba en el recuerdo de todos, y la final de 1986 también pasaría a la historia. Argentina y la RF Alemana depararían un emocionante partido. En el minuto 23, un cabezazo del defensa Brown adelantó a los sudamericanos, que aumentaron distancia en el marcador en la segunda parte con un gol de Valdano. La RF Alemana, como en casi todos los partidos decisivos, volvió a remontar y consiguió empatar el encuentro con goles de Rummenigge y Völler, pero casi al final del encuentro y con todo preparado para la prórroga un pase de Maradona deja libre a Burruchaga,
que bate a Schumacher y otorga su segundo título mundial a Argentina.
El éxito final corona a Maradona definitivamente como el mejor jugador
de su época y revive el debate entre los amantes del fútbol de ataque
representado por Menotti (entrenador campeón en 1978) y los seguidores
del fútbol táctico que encarna Bilardo (entrenador campeón en 1986).
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