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domingo, 12 de agosto de 2012

Tenis / Wimbledon & JJOO: Doble duelo masculino y la dictadura de las Williams

Debido a la trepidante actualidad deportiva de este año en cuyos meses centrales estamos asistiendo a un no parar de grandes acontecimientos deportivos, así como otras tareas, me han impedido preparar a su debido tiempo un artículo sobre el torneo de Wimbledon 2012. La extraordinaria circunstancia de que en las instalaciones del All England Club hayan tenido lugar las competiciones del Tercer Grand Slam del año y de seguido los Juegos Olímpicos me ofrece ahora una oportunidad para resarcirme de mi descuido anterior y a la vez hablar sobre la última competición.

Hemos visto dos competiciones bastante parejas, como era de esperar al compartir escenario, superficie y casi calendario. Los nombres de los tenistas clasificados en las rondas definitivas se repiten en una y otra competición con pocas variantes. En cuanto al cuadro femenino, bastaría casi con un “copia y pega”, pero la revancha inmediata en el cuadro masculino individual me ha arruinado el titular que tenía preparado. Iba a hablar de los siete títulos de Federer en Wimbledon, de que el suizo se pasea por la pista central del All England como si se tratara de su jardín privado y todo eso, pero en estas llega Murray y...

Serena y Venus Williams, de nuevo triunfadoras en Wimbledon

Éranse una vez dos hermanas.

Las hermanas Williams, naturalmente. Después de los problemas físicos que perseguían sobre todo a Serena en los últimos meses (con un 2011 casi en blanco en lo que a Grand Slam se refiere) las dos máximas representantes del “black power” en las canchas de tenis han regresado de manera triunfal, con un dominio físico sobre sus rivales mayor si cabe al exhibido en anteriores temporadas, y con una determinación y auto-convicción en sus propias posibilidades apabullante.

Serena Williams, que concurría como cabeza de serie nº6 al campeonato de Wimbledon encontró poca oposición en su camino a la final individual. Sólo la china Zhen Jie en dieciseisavos y la kazaja Shvedova en octavos la llegó a poner en ciertos aprietos. La cartilla de la estadounidense en las últimas rondas es impecable, derrotando en cuartos a Kvitova (nº4), a Azarenka en semis (nº2) y a la polaca Agnieszka Radwanska (nº3) en la final. Una final en la que fue dominadora absoluta y en la que la mayor de las Radwanska sólo pudo agarrarse a los errores no forzados que Serena cometía en determinadas fases del encuentro.

Otras favoritas como la flamante nº1 Maria Sharapova (que cayó en octavos ante Lisicki), la subcampeona de Roland Garros Sara Errani o la rusa Zvonareva fracasaron sobre la hierba del All England. En cuanto a las españolas, en la competición individual sólo Anabel Medina, Silvia Soler y Lourdes Domínguez Lino superaron la primera ronda para caer en la segunda. Por ejemplo, Anabel volvió a tropezar con una tenista inferior (Cepelova, de Eslovaquia). Otro gallo cantó en el dobles, donde la pareja Nuria Llagostera/María José Martínez salvó los muebles alcanzando los cuartos de final y cayendo ante la pareja italiana Flavia Pennetta/Francesca Schiavone.

Serena exhibió su poderío físico en los JJOO
La exhibición de Serena Williams en Wimbledon fue sólo el aperitivo de lo que iba a llegar después. La mayor de las Williams arrasó en los Juegos Olímpicos. Ganó todos los sets disputados y sólo perdió 17 juegos en todo el campeonato. Una marca que deja bien claro quién fue la dominadora del cuadro individual femenino. Serena se paseó, aplastando a sus rivales desde la primera eliminatoria (Jankovic, lo que has sido y en lo que te has quedado), pasando por debajo de su rodillo a Zvonareva, Wozniacki, Azarenka (que estaba realizando un gran torneo hasta entonces) y Sharapova en la final. “Masha” se rehizo de su mala actuación en Wimbledon vengándose de Lisicki en octavos en un intenso partido resuelto en tres sets y plantándose en la final con bastante solvencia. Sin embargo, la Princesa del Tenis fue literalmente aplastada por la estadounidense que le endosó un 6-0 6-1 con unas estadísticas que dan verdadero pavor (ver dossier adjunto). El premio para Serena no acabó ahí. Tanto en Wimbledon como en los JJOO las hermanas Williams vencieron en el cuadro de dobles con una superioridad equivalente a la de Serena en individuales. Pese a que en el anterior post sobre Roland Garros abogábamos aquí por ver un circuito WTA dominado por Maria Sharapova y le pedíamos que asumiera de una vez el rol de líder, Serena (más Venus en dobles) ha demostrado que en lo que se refiere a pista rápida ella es la referencia sin apenas oposición. 

"Masha" con su plata londinense
Dos oros para Serena (individual y dobles), al que sumar el dobles de Pekín 2008, un palmarés olímpico impresionante. Para Sharapova la plata individual y para Azarenka el bronce tras ganar a Maria Kirilenko, aunque la rusa “rascaría” en dobles, pues las checas Hlavackova y Hradecka fueron plata y Petrova y Kirilenko fueron bronce. En la modalidad mixta, Azarenka añadió un oro al bronce individual y la local Laura Robson conseguiría de la mano de Andy Murray la plata en mixto. La española Carla Suárez dio la sorpresa al ganar a Samantha Stosur (nº6) en primera ronda, pero la promesa del tenis español femenino deberá esperar a otra ocasión para confirmarse pues perdió ante la recuperada Kim Clijsters en dieciseisavos, ronda a la que también llegó María José Martínez y en la que cayó ante Azarenka.

Sólo me queda protestar por no haber podido ver por TV la final individual femenina y sí la masculina y la femenina de dobles, a pesar de los varios canales que se repartían los distintos eventos olímpicos (TVE1, TVE2, Teledeporte, Eurosport, etc)




Federer-Murray, duelo en dos capítulos.

Federer, dueño y señor de Wimbledon
Si he hecho varias veces pública profesión de fe en Rafa Nadal, tampoco me duelen prendas en hacerla por Roger Federer, tenido por muchos como el mejor tenista de la historia. El amplísimo abanico de sus facultades tenísticas, su estilo y elegancia tanto en la cancha como fuera de ella no merecen menos que admiración por todos aquellos que amamos este deporte. En Wimbledon pudimos ver en apenas un mes dos caras del ídolo. La del tenista virtualmente imbatible en su superficie predilecta, la hierba, con victorias relativamente fáciles apoyadas en su talento y en el pánico que produce en sus rivales (Youzhny en cuartos de Wimbledon es un claro ejemplo) y con otras victorias mucho más apuradas, en la que le fue necesario apelar a su mejor tenis, a su fortaleza mental y a todos sus recursos para salir vivo de la eliminatoria. Como por ejemplo los dieciseisavos de Wimbledon ante Benneteau –aunque el francés se rindió al terminar el 4º set- y sobre todo el épico Federer-Del Potro de semifinal olímpica. Éste último partido pasará a la historia como uno de los más espectaculares de los últimos años y ha sido hasta la fecha el mejor y más emocionante del año junto con la final de Australia (Djokovic-Nadal). Ni Roger ni “DelPo” daban su brazo a torcer. Hubo puntos de todo tipo, peloteos interminables, restos imposibles (Del Potro realizó uno antológico en el último set) y cuya suerte cayó del lado del suizo por 19-17. Las declaraciones posteriores del nº1 mundial (“Me siento triste por Del Potro, porque demostró merecer ganar tanto como yo”) no hicieron sino agigantar la figura del genio de Basilea.

Las lágrimas de Murray tras perder en Wimbledon
Pero después de ese partido apareció la otra cara de Federer. Agotado físicamente por el esfuerzo del día anterior (sigo sin entender por qué los futbolistas disfrutan de tres o más días de descanso entre partidos y los tenistas juegan día sí y día también, he practicado ambos deportes y sé perfectamente lo que me digo) y lo que es peor, anímicamente gastado, sin chispa, sin ideas, con un juego plano y fallón... se presentó en la final ante Andy Murray como cualquier cosa menos como un “primera raqueta”. En Wimbledon, Murray había llegado a la final tras vencer a Ferrer en cuartos en otro partido épico y a Tsonga en semifinales, y con varias acusaciones de favoritismo arbitral. Se adelantó a Federer al que logró romper el saque en el momento justo pero terminó sucumbiendo ante el despliegue técnico del suizo. En los Juegos Olímpicos, sólo cuatro semanas más tarde, Federer parecía otro y Murray también. Como si sus papeles se hubieran intercambiado, como si interpretaran un remake de “Plantón al Cielo”. Murray fue Federer y Federer asumió el papel del Murray vencido de Wimbledon. El suizo enviaba a la red smashes que eran puntos cantados mientras Murray, con una determinación y soltura poco habituales en él, tomaba la iniciativa del encuentro. El escocés demostró haber aprendido de las lágrimas derramadas veintiocho días antes y realmente se mereció ganar el oro olímpico en una final que duró lo que la clase de Federer le permitió resistir. Por su parte, Del Potro obtuvo una merecida medalla de bronce ante Djokovic, al que le faltó fondo físico y concentración en los momentos decisivos, tanto en semifinales como en la final por el bronce. La maldición olímpica del nº1 de turno se cobra de nuevo su víctima de cada cuatro años.

El podium masculino individual en Londres: Del Potro (Bronce), Murray (Oro) y Federer (Plata)

Antes de la final, Murray pasó apuros en cuartos ante Nico Almagro (el mejor español en individuales), hasta que el hombro del murciano dijo “basta”. Ferrer cayó ante el todavía revelación japonesa Nishikori en octavos y en la misma ronda cayó Feliciano López ante Tsonga. Volverían a verse las caras en semifinales de dobles, junto a Ferrer y Mickaël Llodra, respectivamente. En ese partido que daba un puesto en la final y una medalla olímpica los españoles tuvieron cuatro ocasiones para ganar el partido y no pudieron concretar ninguna de ellas. La falta de pegada a la hora de la verdad fue aprovechada sobre todo por la habilidad de Llodra. Una lástima, y lo siento especialmente por David Ferrer, a quien admiro por su permanente lucha y entrega sin desmayo. Los Bryan se llevaron el oro, Llodra/Tsonga la plata y Benneteau/Gasquet el bronce tras recoger los restos de Ferrer/Feliciano tras perder la semifinal. En mixtos, Murray completó su colección de medallas con la plata junto a Laura Robson, mientras que Mike Bryan sumó el bronce junto a Lisa Raymond al oro junto a su hermano Bob en dobles. Desde la reentré olímpica del tenis en Seúl’88 es la primera ocasión en la que el tenis español no obtiene medalla alguna.

Emoción hasta el final en el Federer-Del Potro (semis)
Nótese que no he mencionado aún a Rafa Nadal. En estas dos competiciones, que llegó a ganar en su día, sólo disputó dos partidos, cayendo sorprendentemente en segunda ronda de Wimbledon ante el nº100 mundial Lukas Rosol (checo)... aunque la sorpresa lo fue menos para su equipo, que ya sabía de su lesión. El astro de Manacor anunció su dolorosa renuncia a los Juegos Olímpicos y a su condición de abanderado de la delegación española en la ceremonia inaugural, y posteriormente su ausencia en Toronto y Cincinnati. Su participación en el Abierto de Estados Unidos es poco probable a día de hoy.

Quedan detalles por contar, pero tampoco quiero aburrir a los lectores. Sólo me queda ofrecer los respectivos partes estadísticos de ambas competiciones, que por economía del post he reunido en un sólo dossier.

T 2012 Wimbledon y JJOO

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