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lunes, 18 de junio de 2012

Tenis / Roland Garros 2012: Rafa sentado en la cima del mundo

Vamos a descansar un poco de la vorágine fútbolística de la Eurocopa para escribir sobre algunas cosas recientes al margen del fútbol. Y en primer lugar del reciente torneo de Roland Garros, el segundo Grand Slam del año y el paraíso de la tierra batida. Una edición vibrante, con muchas victorias y/o derrotas inesperadas y una de las más lluviosas que se recuerdan. Será una edición recordada por la lluvia, sí, pero también por el éxito absoluto de Rafael Nadal, ese tenista al que vimos poco a poco nacer, crecer, hacerse importante y del que por todo ello disfrutamos como nunca en la consecución de su séptimo Roland Garros, al batir la mítica marca del no menos mítico Björn Borg. Pero, como siempre, las damas primero.

Gloria a Maria Sharapova
Al fin, Maria conquistó París

Dicen los entendidos que en la competición femenina no abundan las sorpresas y que a los encuentros finales es muy raro que no lleguen quienes se supone que van a llegar, pero en esta edición ha habido más de un susto para las cabezas de serie. La primera, Azarenka, no ha podido repetir su gran triunfo del Abierto de Australia al caer derrotada en octavos por una de las sorpresas del torneo: la eslovaca Dominika Cibulkova (nº15) tras desempate en el segundo set. Aunque quien se la ha pegado bien pegada ha sido la cabeza de serie número 3 (Radwanska), vencida por la redivida ex-campeona de Roland Garros Svetlana Kuznetsova por 6-1 y 6-2 en dieciseisavos. La china Li Na -defensora del título- cayó en octavos ante la kazaja Shvedova quien tras obtener el pase a Roland Garros por clasificación llegó hasta cuartos de final. Pero si hemos de hablar de la gran sorpresa del torneo probablemente deberíamos hablar de Sara Errani. La italiana, partiendo como cabeza de serie nº21 y compaginando su participación en individuales con el dobles junto a Vinci, derrotó contra todo pronóstico a Samantha Stosur en semifinales por 6-3 y 6-3, habiendo derrotado previamente a jugadoras de renombre como Ana Ivanovic o Kuznetsova. La otra finalista fue Maria Sharapova, que superó con gran facilidad a sus sucesivas rivales exhibiendo un nivel de juego semejante al de sus primeros años en el circuito profesional y que sólo pasó relativos apuros en octavos ante la checa Zakopalova.

En la final, con un ojo puesto en la pista y el otro en el cielo por si llovía, Maria Sharapova se alzó finalmente con el título de Grand Slam que le faltaba por conquistar. Sara Errani ofreció mayor resistencia en el segundo set, tras ser barrida de inicio por la rusa con un 4-0 y dos “breaks” en contra. El encuentro fue casi un monólogo y sólo los errores de Sharapova (debido al riesgo de su apuesta más ofensiva y quizás también como producto de los nervios de verse ganadora) y la falta de contundencia de una cansada Errani alargaron la final hasta los 89 minutos.

De este modo, la gran musa del tenis contemporáneo conquistó la tierra batida parisina y completó finalmente el Grand Slam, tarea en la que ha empleado nada menos que ocho años (desde su primera victoria en un gran torneo en Wimbledon 2004). Es la décima jugadora que lo logra y su nombre figurará junto a ilustres como Chris Evert, Navrátilová, Doris Hart, Steffi Graff y Serena Williams –la última en conseguirlo hasta entonces-. Además, la rusa recupera tras varios años el nº1 del ranking WTA. Por su parte, Sara Errani obtuvo el consuelo de vencer en el dobles junto a su inseparable compañera Roberta Vinci y escalar hasta el nº10 y plantarse de este modo en el “top 10” por vez primera.

La imagen lo dice todo: Sharapova en pleno éxtasis tras su triunfo
Es de esperar que Maria Sharapova haya conseguido con sus últimos triunfos el rearme de moral necesario para asumir de una vez el liderazgo de la competición, huérfano desde el abandono de Henin. Gracias a sus grandes dotes como tenista (y también -¿por qué no decirlo?- a las que son evidentes) lo tiene todo para ser la imagen del tenis femenino en el próximo lustro, con todo lo que ello conlleva. Me confieso “sharapovista” y deseo seguir viéndola ganando títulos... al menos hasta que las españolas eclosionen definitivamente y vuelvan a invadir el WTA como en tiempos de Arancha, Conchita y compañía.

Ya que hablamos de españolas hay que destacar a María José Martínez, quien tanto en individuales (única española junto a Anabel Medina y Carla Suárez que superó dos rondas) como especialmente en dobles (semifinalista con Nuria Llagostera, derrotadas ante las campeonas Errani-Vinci) cuajó un gran torneo.

Rafa Nadal, el amo de París (foto dedicada a "Les Guignols de l'info")
Rafa en el séptimo cielo

Gran torneo de David Ferrer, hasta semis
Si entre las chicas ha reinado Maria Sharapova, ¿qué decir de Rafa Nadal? En verdad se le acaban a uno los calificativos para definir lo que supone verle alzar por séptima vez la Copa de los Mosqueteros (ojo, no los de D’Artagnan) y elevar el listón histórico un peldaño más allá, donde nadie lo ha puesto hasta el día de hoy. El ya heptacampeón de Roland Garros ha realizado un campeonato virtualmente impecable, con una superioridad técnica y física abismal frente a cuantos adversarios se ha encontrado camino de la cumbre, venciendo en tres sets y por la vía rápida incluso a un hasta entonces enorme David Ferrer en semifinales, con palizas como a Juan Mónaco en octavos con dos 6-0, y cediendo un sólo set ante Djokovic en la final.

A Djokovic, que ya ha visto las orejas al lobo en su ajustadísima victoria australiana y que ya fue derrotado por Nadal en Montecarlo y Roma, se le hizo largo el camino a su primera final en París. Seppi, en octavos, le tuvo contra las cuerdas –salvó los trastos dramáticamente en el cuarto set- y el local Tsonga se lo puso en chino hasta su agotamiento en la última manga. Sorprendentemente, Federer fue uno de los rivales más sencillos para Nole en esta competición. El campeonísimo suizo le opuso seria resistencia sólo en el segundo set de las semifinales (6-4, 7-5, 6-3)  

Djokovic en acción durante la final
El serbio confiaba en que una actitud más agresiva que en anteriores confrontaciones pudiera inclinar la balanza a su favor ante Nadal, pero se encontró con un muchacho que pasea por la Philippe Chatrier como por el jardín de su casa y sólo la irrupción de la lluvia y un juez de pista al que no le importaba mojarse le pudo ayudar. Nole llegó de hecho a ponerle las cosas difíciles a Nadal a partir de la segunda hora de juego. Se apuntó el tercer set con claridad gracias a un impresionante parcial de 6-0 que amplió en los dos primeros juegos del cuarto set. Justo cuando Rafa consiguió parar la avalancha la evidencia de que la pista estaba encharcada y las pelotas pesaban casi el doble se detuvo la contienda. Primero se retrasó oficialmente hasta las ocho aunque era una mera maniobra de la organización para mantener al mayor número de espectadores en las gradas. Era inevitable aplazar el encuentro, cosa que desde la victoria de Nastase sobre Pilic en 1973 no había ocurrido (año de lluvias en Paris este 2012...) En la reanudación, a las 13:00 del lunes 11 de junio, cada cual mantuvo su saque hasta que una doble falta final de un nervioso Djokovic le brindó a Rafa Nadal el heptacampeonato.


Los números de Nadal dan miedo: siete veces campeón (igualando a Chris Evert en mujeres), record de 52-1 en Roland Garros (con una única derrota ante Söderling el 31-05-2009), record de 254-19 en tierra batida a lo largo de su carrera, con sólo un puñado de sets perdidos en todas sus participaciones en el torneo... Y a poco que las lesiones le respeten y siga teniendo motivación, sus números seguirán creciendo pues aún tiene sólo 26 años recién cumplidos. Admirable.

Merece capítulo aparte un pequeño análisis de lo que supone el heptacampeonato nadaliano. Recordemos que Rafa Nadal tiene innegables aptitudes para el tenis pero que no ha nacido con la fisionomía perfectamente adecuada para el desarrollo de este deporte como Federer o el propio Djokovic. Ha tenido que trabajar muchos aspectos de su juego como todo el mundo pero también su forma de golpeo, su motricidad, aprender a moverse sobre la pista, contener su euforia... Rafa Nadal es un campeón forjado a golpe de cincel durante años y años de duro trabajo y entrenamiento, forzándose hasta el límite de las lesiones –lo de las rodillas no es casualidad- y tener esto en cuenta agranda aún más la figura de Nadal y de su equipo –aquí casi sinónimo de “familia”- y nos hace ver cuán difícil es obtener tantas victorias frente a rivales con dones innatos para el tenis.

Nadal triunfante, y tras él un tal Mats Wilander...
Ahora será muy interesante comprobar cómo asimila Djokovic la frustración de volver a verse vencido por Nadal en un Grand Slam. En honor a la verdad este reciente Roland Garros ha sido exitoso para el serbio, pues ha accedido por vez primera a la final de un torneo que con el tiempo ganará y más de una vez –seguro- y su equipo técnico deberá insistirle sobre ello, pero la frecuencia con la que últimamente Nole dobla raquetas nos indica que el demonio interior que tortura a este gran tenista ha vuelto a despertar tras permanecer embridado a lo largo del pasado año. Si Djokovic pierde el autocontrol definitivamente su brillante carrera se arruinará y las consecuencias para el tenis actual serían catastróficas. La hierba de Wimbledon que él tanto domina podría ser su mejor bálsamo... a no ser que el fantasma de Rafa vuelva a aparecérsele.

De entre los españoles, cabe destacar como antes hicimos el gran torneo de David Ferrer –otro ejemplo de figura del tenis a golpe de cincel- que superó con brillantez a Murray en cuartos y al que sólo un gran Nadal le impidió llegar al último partido. Almagro aprobó con buena nota cayendo en cuartos ante el susodicho heptacampeón y Marcel Granollers asomó la cabeza hasta octavos, cayendo ante Ferrer. Verdasco cayó ante Seppi y fue irregular, mientras que Feliciano López se retiró por lesión en su primer envite. El resto cayeron en primera ronda salvo Pablo Andújar –ante Wawrinka en treintaidosavos- y Ferrero, que paseó por París sus galones de ex-campeón con un poco más de suerte y dignidad que Lleyton Hewitt.

Rafa y Pau Gasol, sin palabras
Ahora se cierra la temporada de tierra batida y comienza la de hierba, con Wimbledon ya en el horizonte. Y acto seguido unos ilusionantes Juegos Olímpicos con Sharapova, Djokovic, Federer ¿y Nadal? como abanderados.

Para finalizar, un resumen estadístico de la edición 2012 de Roland Garros y los 33 enfrentamientos entre Nadal y Djokovic al detalle:



Roland Garros 2012 Ind Stats

Nadal-Djokovic 20120611 33

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