Tras un largo
e involuntario paréntesis continuamos la miniserie dedicada a los estadios
ex-soviéticos que iniciamos en Minsk con el Hrazdan de Yereván, al
cumplirse hoy el 20º aniversario de
la visita a este estadio de la Selección Española de Fútbol. Sirva también como
improvisado homenaje con motivo del centenario
del genocidio armenio de 1915, atroz página de la historia del siglo XX que
se conmemora igualmente en estas fechas.
Descubrí el Hrazdan durante la retransmisión televisiva de aquel Armenia-España
del 20 de abril de 1995 y me sorprendió su arquitectura (la gran diferencia
entre la tribuna principal y su contraria) y el entorno en el que se hallaba
ubicado. Al tiempo, gracias a la peculiar infografía de la TV local –que entre
otros detalles mostraba la bandera de España con el escudo del águila de San
Juan sustituido catorce años antes-, aprendí mis primeras nociones sobre el
alfabeto armenio. De algún modo el Hrazdan fue el estadio que despertó mi
interés por la arquitectura de infraestructuras deportivas y, en última
consecuencia, el que me movió a iniciar este apartado del blog sobre los
“templos del deporte”.
La historia del estadio Hrazdan arranca en los años
cincuenta, con ocasión de la visita a Yereván del viceprimer ministro de la
Unión Soviética natural de Armenia Anastas
Mikoyan. A él se le atribuye la idea de aprovechar la hendidura natural del
río Hrazdan para construir un estadio que pudiera acoger a unas 30.000
personas. No obstante, su informal propuesta tardaría más de una década en
materializarse.
En 1967, las
autoridades de la entonces república soviética retomaron la idea de Mikoyan
para conmemorar el cincuentenario de la “sovietización” armenia tres años
después (29/11/1970) Se proyectó una obra de grandes proporciones que sirviera
como símbolo de la pujanza del régimen comunista y se reclutó a un grupo de
arquitectos dirigidos por Koryun
Hakopyan y Gurgen Musheghyan
–ambos ex deportistas en levantamiento de peso y esgrima, respectivamente- para
diseñar un estadio con capacidad para unos 75.000 espectadores. El ingeniero Edvard Tossunyan y el dirigente
comunista local Karen Demirchyan
supervisaron su construcción.
Habitualmente se procede a allanar el terreno para
construir, pero en esta ocasión se decidió aprovechar el desnivel para erigir sobre la ladera la tribuna principal. Una
tribuna de proporciones gigantescas comparada con el resto del graderío,
coronada por un anfiteatro con
capacidad por sí solo para unos 25.000 o 30.000 espectadores. Enfrente, en la
zona más cercana al cauce del río, una tribuna sencilla y de planta menor que
el resto del graderío. Las gradas laterales, en descenso desde la tribuna
principal a la más baja. Como es costumbre en los grandes estadios soviéticos,
el terreno central no sólo lo ocupa el campo de fútbol, sino que a modo de los
estadios olímpicos lo circunda una pista de atletismo, y ante las gradas se
construye un foso que sobrevivirá a la posterior remodelación. Cuatro grandes
torres de iluminación situadas tras las tribunas aportarían luz artificial. El
resultado es uno de los estadios más originales
y vistosos de su época.
Un presupuesto de 5 millones de rublos y el apoyo
financiero de la Fundación Calouste
Gulbenkyan favoreció la rapidísima construcción del estadio entre 1969 y
1970 –algunas fuentes hablan de once
meses, otras de dieciocho-. Con precisión soviética, el flamante estadio
Hrazdan estaba finalizado para la fecha prevista. Eso sí, Leónidas Breznev tuvo que inaugurarlo algunos días más tarde del fijado
29 de noviembre de 1970 debido a una gran nevada que azotó la región caucásica.
Se dice que la grandiosidad del estadio y su arquitectura vanguardista
impresionó al jefe de Estado de la URSS y a sus acólitos. Meses después, el
gobierno Breznev otorgó al estadio Hrazdan el premio a la mejor construcción
del año en la Unión Soviética.
Aún se tardó medio año en estrenarse para el fútbol, uso principal del Hrazdan en
adelante. El Ararat Yereván venció por 3-0 al Kairat de Alma-Ata el 19 de mayo
de 1971, y Aleksandr Kovalenko marcó
en el minuto 58 el primer gol que subió al marcador del nuevo estadio. 78.000
espectadores presenciaron el partido en el primer “lleno” de la historia del
Hrazdan. Casi cuatro años después (19/03/1975) con ocasión de un partido de cuartos
de final de la Copa de Europa entre
el Ararat y el Bayern Munich se
vivió el segundo gran momento del Hrazdan. Beckenbauer y compañía, vigentes
campeones continentales, venían con dos goles de ventaja y se creó una gran
expectación en Yereván acerca de una posible remontada. El Ararat venció por
1-0, insuficiente para alcanzar las semifinales.
La selección de fútbol absoluta de la URSS disputó dos
encuentros en el Hrazdan de Yereván en 1978. El 5 de abril ante Finlandia (10-2) y el 20 de septiembre ante Grecia
(2-0). Pese a su modernidad y su gran capacidad, la relativa lejanía de Moscú y
las malas comunicaciones con la capital soviética privaron al Hrazdan de acoger
más partidos de su selección, así como de ser subsede del campeonato olímpico de
fútbol de 1980 en beneficio de Leningrado, Kiev y Minsk.
El nuevo hito en la historia del Hrazdan será su elección
–ahora sí- como sede del Mundial Juvenil
de 1985 que se disputaría en la URSS. Yereván fue sede de los partidos del grupo A (Hungría, Colombia, Túnez y
Bulgaria) y de un encuentro de cuartos
de final. Éste enfrentó a Bulgaria y a España el 1 de septiembre de 1985. España ganó a Bulgaria (selección en
la que militaban futuras estrellas como Penev, Batchev y Kostadinov) por 2-1.
Diez años después (26/04/1995) y en muy distintas
circunstancias en tanto Armenia era ya una república independiente tras la
disolución de la URSS, la Selección Española absoluta regresó al estadio
Hrazdan para disputar ante la anfitriona Armenia un partido de la fase de
clasificación para la fase final de la Eurocopa
1996 en Inglaterra. España venció por 0-2 a los locales con goles de
Amavisca y Jon Andoni Goicoechea.
Casualmente, éste jugador había disputado también el partido antes referido
ante la Bulgaria sub-20 en 1985. Además, Zubizarreta
alcanzó en el Hrazdan sus 100 encuentros
como internacional, siendo el 25º futbolista en conseguir la centena de
partidos con su selección.
Para entonces, la UEFA había prohibido a la Federación
Armenia utilizar las gradas del gran anfitreatro por motivos de seguridad,
reduciendo la capacidad disponible de 75.000 a 45.000 espectadores. Otros detalles,
referidos por el periodista deportivo Manolo Lama, reflejan hasta qué punto la
profunda crisis económica que sufría
Armenia en aquel entonces había provocado la decadencia del estadio en época
post-soviética. La iluminación callejera de Yereván fue reducida drásticamente
para garantizar la potencia eléctrica disponible para las torres de
iluminación. Asimismo, para que los jugadores españoles pudieran ducharse tras
el partido se precisó un camión cisterna con agua caliente, ya que las duchas
del estadio carecían de caldera.
Desgraciadamente, la Selección Española de Fútbol no
volvió a jugar en el Hrazdan en sus posteriores visitas a Yereván (2003 y 2009),
ya que la Federación Armenia dispuso en su lugar el también bonito pero mucho
más pequeño y menos emblemático Estadio
de la República Vazgen Sargisyan (o “Hanrapetakan”
como es popularmente conocido). Y ello pese a que en 2005 el nuevo propietario
del estadio Hrazdan Holding CJSC acometió en él una importante remodelación para
habilitarlo según la normativa UEFA. Ésta obra -que en varias fases apuntaló el
anfiteatro, sustituyó tuberías e instalaciones eléctricas obsoletas y cubrió su
graderío de asientos- finalizó en 2008. La capacidad del estadio disminuyó a
54.208 espectadores pero revitalizó a nuestro protagonista, que volvió a ser
desde entonces la sede habitual de los partidos de la Selección Armenia de
Fútbol.
El estadio Hrazdan acogió otros eventos, deportivos o no, a lo largo de sus 45 años de vida.
En 2003 finalizó su gestión pública como sede principal de los Juegos Panarmenios. Asimismo, el
Hrazdan fue escenario de los principales espectáculos musicales nacionales e
internacionales celebrados en Yereván desde su inauguración, incluido un
recital del cantante local Harout Pamboukyan con ocasión de una exaltación
patriótica en 1989 que desembocó en la proclamación de independencia de la URSS el 21 de septiembre de 1991. Cabe recordar
que Armenia fue una de las repúblicas más críticas con los dictados del
gobierno de Moscú durante los últimos años de la URSS.
Aunque no se trata exactamente del mismo caso, los dos
principales estadios de Oviedo
pueden considerarse “primos” del
Hrazdan, ya que su emplazamiento se halla a resguardo de una pronunciada
ladera. Son el Estadio de San Lázaro
(1989) construido sobre un canódromo precedente en la antes conocida como loma
de Los Catalanes, y el Nuevo Carlos
Tartière (2000), erigido sobre la hondonada de La Ería y en cuya
construcción se removieron toneladas de terreno que dejaron un gran talud a
espaldas de una de sus tribunas. Siempre me viene a la cabeza la gigantesca
tribuna del Hrazdan cuando escucho las primeras notas del “Armenia City in the Sky”
de “The Who”, y confío en que algún
día no muy lejano la Selección Española –o bien algún equipo español en
competición internacional- vuelva a pisar este hermoso estadio en la remota
Yereván. La saga ex-soviética continuará.
Aquí, un pequeño resumen del Armenia-España de 1995 en el Hrazdan:
https://www.youtube.com/watch?v=W7HxzeEkyuo
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