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lunes, 2 de abril de 2012

Mitos del Fútbol (1) / Juanito: genio y figura

Si la pasada semana inaugurábamos la sección de biografías de jugadores ilustres de baloncesto con Fernando Martín, hoy estrenamos la de los futbolistas con otro madridista tristemente fallecido en accidente de tráfico tal día como hoy hace veinte años. Otro ejemplo de calidad y carácter, aunque llevado al caso extremo. Una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde de los campos de fútbol. A veces entrañable, a veces odioso y nunca indiferente a los ojos de los aficionados. Así era el inolvidable Juan Gómez “Juanito”.

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Juan Gómez González, “Juanito”, nació en Fuengirola (Málaga) el 10 de noviembre de 1954. De orígenes humildes, alterna la práctica del fútbol con sus pinitos iniciales en el mundo del toreo, como mozo y novillero, y aunque el paso a profesional le hizo decantarse finalmente por el balón, la pasión que Juanito tuvo por el mundo del toro perduró durante toda su vida. Ya adulto, llegó a participar en alguna capea e incluso a alardear de ello con algún vídeo casero, hecho que le costó no pocos disgustos con sus directivos.

Sus cualidades como futbolista eran magníficas, siendo uno de los jugadores españoles de mejores condiciones técnicas que ha habido. Menudo pero muy rápido, habilidoso, con gran conducción de balón en carrera y dominador del regate tanto en corto como en largo. No era un goleador consumado, su cometido principal era el pase o el centro, pero aún así marcaba con asiduidad. Incluso llegó a ser el máximo goleador de la Liga Española de la temporada 1983-84 con 17 tantos, empatado con Paulo da Silva (entonces en el Real Valladolid)  Como extremo o mediapunta rendía sobradamente. Además de todo ello, su fuerte personalidad, su carácter y su carisma le convertían en un líder sobre el césped y también en el vestuario.


El Atlético de Madrid, que en aquel primer lustro de los años 70 era uno de los equipos más competitivos tanto en España como en las competiciones continentales, captó para su filial al joven Juanito. Tras unos inicios prometedores, una grave lesión en la que se fracturó la tibia y el peroné impidió su debut con el primer equipo colchonero y, a la larga, terminó por arruinar su carrera en el filial. El Atlético prescindió de sus servicios en 1974 y le envió cedido al Burgos, equipo que por entonces militaba en Segunda División. Juanito, sin haber cumplido aún los veinte años, nunca comprendió la decisión y llegó a jurar odio eterno públicamente al Atlético de Madrid.

Alineación del Burgos en 1976. Juanito es el primero por la izquierda, abajo. Entre otros también figura Sergio Kresic (arriba, tercero por la izquierda)

Llegado a Burgos, el presidente de la entidad, Antonio Martínez Laredo, le acogió “como a un hijo” en sus propias palabras. En el conjunto castellano comenzó a despuntar, consiguiendo en su segundo año el ascenso a Primera División por primera vez. Los ojos de los principales equipos de España se posaron muy pronto en él, pero el Real Madrid fue el que más interés puso en su fichaje, con el objeto de convertirle en el sucesor de Amancio en la banda derecha del ataque blanco. Al comenzar su tercera temporada en el Burgos, ya en Primera, recibió la convocatoria para la Selección Española absoluta, debutando en Sevilla el 10 de octubre de 1976 frente a Yugoslavia. Sustituyó al actual seleccionador español Vicente del Bosque a falta de 26 minutos para el final del encuentro. Ganó España por 1-0.

En un Madrid-Sporting, frente a Chus Castro y Maceda
1977. Tras salvar del descenso al Burgos, habiendo disputado 78 partidos de Liga y marcado 22 goles (de ellos, 32 partidos y 9 goles en Primera) se enroló en el Real Madrid. Fue inmediatamente adoptado por la grada, gracias a su habilidad, su entrega y su desparpajo en el césped. Pronto se hizo titular indiscutible, acompañando a Santillana en la delantera blanca... y en la propia Selección Española. Con España disputó dos fases finales de Mundiales (Argentina 1978 y España 1982) y una Eurocopa (Italia 1980) jugando 34 encuentros y marcando 8 goles en total. Pese a que por edad y capacidad futbolística podría haber seguido jugando con España varios años más, y pese a su suficiente actuación en ese campeonato, no volvió a jugar con la Selección tras el Mundial de 1982, siendo una de las víctimas de la criba del nuevo seleccionador Miguel Muñoz. Por su parte, su largo periplo madridista se resume en los siguientes datos: 10 temporadas con el Real Madrid, cinco Ligas, dos Copas, una Copa de la Liga y dos Copas de la UEFA, amén del “Pichichi” de la temporada 1983-84.

Hay muchas anécdotas sobre Juanito. Valgan como ejemplo dos de ellas, una en el Real Madrid y otra en la Selección Española. Jugando con los blancos la ida de semifinales de la Copa de la UEFA de 1985 contra el Inter Milán, tras haber perdido por 2-0 en la ida en San Siro, el delantero madridista se dirigió a los interistas en “espagnolano” diciéndoles que “noventa minuti en el Bernabeu son molto longo”. Efectivamente lo fueron, pues el Madrid remontó la eliminatoria ganando en la vuelta por 5 a 1 con una activa participación del andaluz, en una de esas noches de remontadas épicas que los madridistas vivieron en aquella época. En cuanto a la Selección Española, el público que asistió al partido entre España y Yugoslavia en el Luis Casanova de Valencia durante el Mundial de 1982 no olvidará cómo, tras ordenar el árbitro repetir el penalti que había fallado López Ufarte, Juanito le arrebató el balón de las manos al jugador donostiarra. Juanito lanzó y marcó, naturalmente.

Alineación ante Suecia en Argentina'78: Miguel Ángel, Leal, Marcelino, Olmo, San José, Biosca / Cardeñosa, JUANITO, Asensi, Santillana y Uría.

Sin embargo, hablar de Juanito no es solo contar sus hazañas deportivas, sus títulos, su singular y brillante estilo de juego. Es imposible no referirse a su lado oscuro, a su Mr. Hyde, al genio convertido en demonio que protagonizó decenas de incidentes a lo largo de su carrera deportiva, tanto dentro como fuera de los estadios.

Era “vox populi” su inclinación a la mala vida y a frecuentar locales y compañías “de alterne”. Su primer incidente en este sentido tuvo lugar militando en el Atlético Madrileño, siendo advertido por técnicos y directivos de que abandonara la compañía de prostitutas. Él alegó que eran “sus vecinas del piso de arriba”. Ya en el Real Madrid, una insinuación desafortunada de José Luis Núñez acerca de su promiscuidad terminó con denuncia del jugador y multa para el presidente azulgrana. Su incidente más grave en este campo tuvo lugar en Milán, tras el partido de la Copa de la UEFA anteriormente referido ante el Inter de Milán, perdido por 2-0.

En aquellas fechas el entrenador madridista era Amancio. Emilio Butragueño había terminado el encuentro con molestias físicas y el míster decidió visitar su habitación para preguntar por su estado. Emilio no apareció en su habitación y Amancio le buscó por las habitaciones del hotel. Llegó a la de Juanito y Lozano, en cuyo interior se oían ruidos. Al abrir la puerta, la escena que Amancio descubrió fue chocante. Juanito y Lozano estaban acompañados por un par de señoritas y en una de las camas de la habitación estaba Butragueño, con un libro de la carrera de Empresariales que cursaba. Amancio sancionó duramente a Juanito y a Lozano, pero fue cesado por la directiva al poco tiempo en parte por la inconsistencia que mostraba el equipo y en parte por no haber evitado aquel incidente. Amancio y Juanito no se soportaban.

Ciñéndonos exclusivamente a lo deportivo, Juanito se vio implicado en una larga serie de altercados. Posiblemente el primer incidente serio tuvo lugar en medio de lo que la prensa de la época denominó “La Batalla de Belgrado” (30-11-1977): El partido entre Yugoslavia y España disputado en el Pequeño Maracaná de la capital balcánica en el que ambas selecciones dirimieron el pase a la fase final del Mundial de Argentina 1978. Minutos después de que un pase en profundidad de Juanito fuera centrado in extremis por Cardeñosa y rematado de manera heterodoxa a gol por Rubén Cano, el extremo madridista fue sustituido por el bilbaíno Dani. Al dirigirse al banquillo, Juanito alzó su brazo con el dedo pulgar hacia abajo, indicando a los aficionados yugoslavos que estaban siendo eliminados. La bravuconada le salió cara porque inmediatamente después una botella lanzada desde la grada impactó en su cabeza, dejándole inconsciente.

En su segunda temporada como madridista (1978-79) se las tuvo con el árbitro germano oriental Adolf Prokov tras la eliminación del Real Madrid en octavos de la Copa de Europa a manos del Grasshopper en Zurich. Juanito se dirigió a él en términos despectivos acusándole de haber pitado premeditadamente en contra del Real Madrid. Acabó zarandeándole. La UEFA “zarandeó” a su vez a Juanito con su primera sanción grave: dos años sin jugar competiciones internacionales auspiciadas por el máximo organismo del fútbol europeo: Ni de clubes (con el Real Madrid) ni de selecciones (con España). Tras manifestar arrepentimiento y gracias a una afortunada apelación de los servicios jurídicos madridistas la UEFA le indultó permitiéndole jugar desde el 1 de enero de 1980 y, en consecuencia, facilitando su participación en la Eurocopa de Italia de aquel año.

Juanito, primero por la izquierda, abajo. Justo encima, Stielike
Durante aquella Eurocopa dio mucho que hablar su tensa relación con el portero Luis Miguel Arconada, cuyo origen –según algunos- se remontaba a un encontronazo entre ambos durante un partido de Liga entre la Real Sociedad y el Real Madrid un par de años antes. Dentro del vestuario del Real Madrid también tenía “enemigos”. Uli Stielike y Juanito no se llevaban bien y con Stielike militando ya en el Neuchâtel suizo, disputando un partido de Copa de la UEFA en el Santiago Bernabeu con continuos piques entre ambos, Juanito se vengó del alemán escupiéndole en la cara. En su última época en el Real Madrid, era conocida su mala relación con el mexicano Hugo Sánchez.


Posiblemente la más grave de todas sus trifulcas acabó con su carrera como madridista. Fue el 8 de abril de 1987, en el Estadio Olímpico de Munich, en el transcurso del partido de ida de las semifinales de la Copa de Europa entre el Bayern y el Real Madrid. Con el resultado favorable a los germanos por 3-0, con un Bayern muy superior y a falta de cinco minutos para el descanso Lothar Matthäus realiza una falta a Chendo en el centro del campo. Chendo se revolvió y empujó al suelo al alemán. Con Matthäus aún tendido sobre el césped, Juanito irrumpe y le pisa el cuello. El árbitro escocés Valentine no lo duda ni un instante y expulsa al delantero madridista. La UEFA, habida cuenta de la gravedad de la agresión y de los antecedentes de Juanito decide inhabilitarle para disputar competiciones continentales durante cinco años. Para la cúpula merengue aquello fue la gota que colmó el vaso. Juanito manifestó al instante su arrepentimiento “Maldigo mi carácter, maldigo este genio que tengo, maldigo mi comportamiento...”  quizás consciente de que aquella “travesura” había sido demasiado grave y de que sus días en el Real Madrid podrían estar contados. No renovó al año siguiente y abandonó la disciplina blanca.

Un diario deportivo facilitó el encuentro entre Juanito y la por entonces gran promesa alemana Lothar Matthäus. El de Fuengirola pidió perdón en persona al centrocampista del Bayern y le obsequió con un capote de torero. Para muchos, esta historia representa como ninguna lo que era Juanito tanto dentro como fuera del terreno de juego. Dr. Jekyll y Mr. Hyde en estado puro.

Tras su marcha del Real Madrid su último destino profesional fue Málaga. El club de su tierra afrontaba una ambiciosa temporada en Segunda División, con la vista puesta en el ascenso a la Primera y Juanito fue recibido en La Rosaleda como el hombre veterano y experimentado que debería guiar al equipo al éxito. Prueba de su entidad como jugador eran los llenos en los campos adonde el Málaga viajaba, gracias al reclamo de su nombre. Entre esos campos, el Carlos Tartière de Oviedo, en el que Real Oviedo y CD Málaga disputaron un vibrante partido el 14-02-1988 que finalizó con empate a 3 goles –y del que un servidor ha sido testigo indirecto desde los exteriores del estadio- En aquella temporada 1987-88 disputó 37 encuentros y marcó 10 goles, y su liderazgo y carisma elevaron al club malacitano a la Primera División al cabo de la temporada, junto con el Real Oviedo y el Elche.

Curro Romero corta la coleta a Juanito en su retirada
Su última temporada con el Málaga fue en Primera División, en la que a pesar de su veteranía siguió dando muestras de su calidad. Se retiró al final de la temporada con un partido de homenaje al término del cual, como mandan los cánones taurinos, se hizo cortar la coleta. El maestro Curro Romero, con el que mantenía amistad y mutua admiración, fue el encargado de cumplir con el ritual de la retirada. Y como los toreros tienen por costumbre reaparecer tras retirarse, Juanito reapareció tiempo después jugando algunos partidos de Segunda B con el equipo de su barriada en Fuengirola: Los Boliches. Su imagen corriendo por un campo de tierra tras haber ganado Ligas y Uefas sólo unos pocos años antes fue su canto del cisne como futbolista.

Su carrera como entrenador era muy prometedora. Su primera experiencia de entidad fue el Mérida, club del que tomó las riendas en 1991. El conjunto emeritense despachó con él al frente una gran temporada en Segunda División, ocupando plazas de ascenso a Primera División o próximas a éstas. Juanito parecía transformado. A decir de sus próximos era un hombre mucho más sereno, en paz consigo mismo y con los demás, muy centrado en su tarea e ilusionado con llegar a entrenar a su querido Real Madrid en un futuro a medio plazo. La fuerte apuesta por él como entrenador había sido ganadora. A unos dos meses de finalizar aquella temporada 1991-92, Juanito se desplazó a Madrid para asistir al encuentro de ida de semifinales de la Copa de la UEFA que enfrentaba al Real Madrid con el Torino de Martín Vázquez. El ex madridista visitaba el Bernabeu por vez primera tras su marcha a Italia y Juanito, que mantenía con él una relación muy amistosa, pudo charlar con él al término del encuentro que finalizó con victoria blanca por 2-1.

Ya de noche, Juanito regresaba a Mérida por la N-V, acompañado por su preparador físico Manuel Ángel Galán, y por tres jugadores que viajaban en otro coche. A la altura de Calzada de Calatrava, en la frontera de la provincia de Toledo con la de Cáceres, en plena madrugada, ocurrió la fatalidad. Un camión cargado de troncos que se dirigía en dirección a Madrid volcó perdiendo su carga, esparciendo gran parte de ella en las calzadas de sentido contrario. Un camión portugués que viajaba en dirección a Lisboa se percató del accidente al pasar junto al camión volcado y su conductor se detuvo para socorrer a su colega. Pocos minutos después, el coche en el que viajaban los jugadores llegó al lugar del accidente. Pudieron sortear los troncos y el camión portugués detenido en el arcén. Al instante llega el segundo coche que conducía Galán y en el que viajaba Juanito. Consiguen sortear los troncos, pero no al camión portugués. El vehículo, un Peugeot 405, se estrella violentamente contra dicho camión impactando en la zona del copiloto. No había salvación para Juanito, que viajaba en ese asiento, durmiendo. El entrenador del Mérida y ex futbolista internacional murió en el acto.

Homenaje a Juanito en el Bernabeu tras su fallecimiento
La consternación en el mundo del deporte fue enorme. Muchos se acordaron de la maldición que parecía perseguir a varios jugadores del Real Madrid que habían perdido su vida en la carretera: Cunningham, Fernando Martín... y ahora Juan Gómez “Juanito”. Tras el traslado de sus restos mortales primero a Navalmoral de la Mata (Cáceres) y después a Mérida, aquella misma noche llegó su féretro a su Fuengirola natal, donde al día siguiente se le rindió homenaje en la capilla ardiente instalada en el polideportivo a quien él mismo daba nombre.

Su recuerdo permanece vivo en los clubes en los que militó: Burgos, Málaga y Real Madrid. Muy especialmente en éste último, en el que ante una eliminatoria importante o un partido decisivo se suele invocar al llamado “Espíritu de Juanito”, evocando su calidad técnica, su garra y su competitividad. En cada partido disputado en el Santiago Bernabeu, al llegar el minuto 7, los hinchas merengues corean su nombre con este cántico “Illa, illa, illa, Juanito maravilla”.

Homenaje a Juanito del "Frente Bokerón" malaguista


Ficha:

Nombre: Juan Gómez González
Fecha y lugar de nacimiento: 10-11-1954 en Fuengirola (Málaga) (ESP)
Fecha y lugar de fallecimiento: 02-04-1992 en Calzada de Calatrava (Toledo) (ESP)
Talla y peso: 1.70m / 69 Kg
Demarcación: Delantero (extremo derecho)
Equipos profesionales:
-         Burgos (1974-77)
-         Real Madrid (1977-87)
-         CD Málaga (1987-89)
Internacional: 34 partidos y 8 goles (A) con España (1976-82)
Títulos:
a) Con el Real Madrid
     - 5 Ligas (1978, 1979, 1980, 1986, 1987)
     - 2 Copas (1980, 1982)
     - 1 Copa de la Liga (1985)
     - 2 Copas de la UEFA (1985, 1986)
     - 1 Pichichi (Max. Goleador Liga) (1984)

Partidos jugados:
Liga
Con el Burgos:
78 PJ (32 en 1ª/46 en 2ª) 22 Goles (9/13)
Con el Real Madrid:
284 PJ 85 Goles
Con el CD Málaga:
71 PJ (34/37) 15 Goles (5/10)

Copa de Europa
Con el Real Madrid:
22 PJ 8 Goles

Recopa
Con el Real Madrid:
9 PJ 4 Goles

Copa de la UEFA
Con el Real Madrid:
24 PJ 5 Goles

1 comentarios:

  1. Su fallecimiento no fue en Calzada de Calatrava, sino en Calzada de Oropesa. Por lo demás, excelente artículo, que refleja lo que significa Juanito para los madridistas como yo: un futbolista esplendoroso, con un carácter volcánico, pero apasionado por el fútbol y por su Real Madrid

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