
Rota la gran racha de victorias consecutivas en casa que
devolvió al Real Oviedo a la zona de promoción de ascenso, llega la que –estadísticamente
hablando- es la peor de todas las visitas: ir a jugar a casa del líder Levante. Los granotas están a las
puertas mismas del ascenso a Primera División ya que les queda sólo un punto
por lograr en las siete jornadas que quedan(*) Curiosamente, el empate oviedista
ante los oscenses impidió que los levantinistas celebraran ya el ascenso. Se
barrunta por aquí y por allá un empate que –dicen-
beneficiaría a ambos. En mi opinión, sólo la victoria (primera visitante en el
Ciudad de Valencia en esta liga) sería buena para el Real Oviedo.
Introducción
al rival
El
Levante actual remonta sus orígenes al primitivo Levante FC, fundado en 1909,
que alcanzó las semifinales de Copa en la temporada 1934-35 batiendo antes al
Barcelona y al Valencia (equipo con el que mantendrá desde entonces una fuerte
rivalidad). La Guerra Civil no interrumpe el devenir del club, que participa en
las oficiosas Liga del Mediterráneo y la denominada “Copa de la España Libre”,
cuyo título ganaría con un 1-0 precisamente ante el Valencia al cumplirse el
año del inicio de la contienda.
Una
vez finalizada la Guerra Civil, el Levante FC se fusiona con el Gimnástico en
un acuerdo en el que un equipo aporta la mayoría de los jugadores y el otro el
estadio. El 6 de agosto de 1939 se formaliza el acuerdo y se conforma el actual
Levante UD aún como “UD Levante-Gimnástico”. Tiempo después, el club afirma sus
señas de identidad tomando como uniforme titular la camiseta azulgrana del
Gimnástico y el nombre definitivo.
La
historia del Levante UD es la de un equipo “inquieto” de continuos ascensos y
descensos, que no encuentra acomodo en una división concreta. Durante sus
primeros veinte años de vida el Levante alterna su militancia en Segunda
División con ocasionales caídas a Tercera. Tras un intento fallido en 1959 el
club granota alcanza finalmente la Primera División en 1963 tras vencer en la promoción
al RC Deportivo. Se mantendría dos temporadas, descendiendo en 1965 (junto al
Real Oviedo) al perder una promoción ante el CD Málaga. Desde entonces y hasta
final del siglo XX, el Levante alternará de nuevo entre Segunda y Tercera,
incluyendo la intermedia Segunda B desde su creación en 1977 (siendo el Levante
uno de los clubes pioneros de esta división).