
El RCD Mallorca está a punto de celebrar su centenario,
ya que se fundó en 1916. Sin
embargo, tardó varios decenios en vivir sus épocas más brillantes. Pasó por
Segunda División entre los últimos 40 y los primeros 50 pero no ascendió a
Primera División hasta 1960, culminación de dos ascensos consecutivos desde
Tercera. Tras alternar 1ª y 2ª durante los sesenta su descenso en 1970 le hizo
perder pie hasta tocar fondo en 1979 (13º en Tercera). Desde ahí, un nuevo
resurgir meteórico le devolvió a Primera por una temporada (1983/84), adonde
volvería tres años más tarde en forma de equipo revelación de la “Liga del
Play-off” (sexto en 1986/87). A finales de los noventa inició su mejor época,
consolidado en Primera División y con dos éxitos sobresalientes: Subcampeón de
la última Recopa en 1999 y Campeón de Copa en 2003. En los últimos años ha
experimentado un fuerte declive deportivo y económico.
Un Real
Oviedo – RCD Mallorca en la historia:
Cuando a todo oviedista de pro se le menciona el club de
la capital balear se le viene a la mente la histórica promoción de ascenso a Primera
División de 1988 a la que ya nos
hemos referido en el blog. Ya que toca jugar de local hay que recordar el
partido de ida, literalmente no apto para cardíacos y en el que el Carlos
Tartière vivió uno de sus mejores tardes de fútbol. Tras un partido lleno de
tensión, al final llegaron los goles. Juliá
hizo temblar los cimientos del estadio con su gol a falta de poco más de diez
minutos para el final. Cuando se cumplía el tiempo López Nieto pitó un penalti
a favor del Real Mallorca que anotó tras repetición García Cortés. En el último
instante de un largo descuento, un balón alto en la esquina del área grande fue
cabeceado a gol por Carlos. Éste
postrero gol y el empate en el Luis Sitjar devolvían al club azul a su casa
tras trece temporadas de destierro.
No menos dramática fue la promoción de ascenso a Segunda
B ante el RCD Mallorca B, mucho más
reciente en el tiempo (2009) y protagonizada por el penalti detenido por Oinatz
Aulestia al lateral Kevin en Son Moix.
Como añadido, hay otro momento histórico oviedista en el
que los mallorquines tuvieron mucho que ver: la final de Copa de 1991 que disputaron ante el At. Madrid, resuelto en la prórroga con
un gol de Alfredo que mandaba al
“Atleti” a la Recopa, al Real Oviedo a la UEFA
y dejaba al Mallorca compuesto, sin Copa y sin Europa. Tiempo después los
bermellones pudieron desquitarse como todos recordamos. Incluso hay un cuarto
capítulo destacado -éste de mal recuerdo- al que nos referiremos más adelante.