La tercera jornada de Liga en Segunda División depara la
visita al Nuevo Carlos Tartière del Albacete
Balompié. Será el vigésimo primer partido entre el Real Oviedo y el
conjunto blanco apadrinado –como no podría ser de otro modo- por uno de los más
ilustres productos de su cantera: el que para mi ha sido el mejor futbolista de
los últimos años: Don Andrés Iniesta.
El primer
enfrentamiento entre oviedistas y albaceteños tuvo lugar en el Carlos
Tartière (el de Buenavista) en vísperas del día de Reyes de 1986, como fin a la
primera vuelta de la Liga 1985/86 de Segunda. Un gol de Muñoz cerca del
descanso abrió una inesperada goleada en la segunda mitad firmada con un 5-1. El
conjunto blanco no volvería a visitar Oviedo hasta su ascenso a Primera División.
Dirigidos por el técnico gijonés Benito
Floro (hoy seleccionador canadiense), la pizarra de Floro dibujó un saque
de esquina lanzado hacia la frontal donde Chesa chutó a gol para un
sorprendente 0-1. Recuerdo esa jugada con claridad pues me hallaba presenciando
el partido ese día en aquella esquina suroeste.
Fueron los años dorados del Albacete Balompié, que
contaba con jugadores notables como el infortunado Rommel Fernández o el mediapunta uruguayo José Luis Zalazar. Éste es -junto con el goleador brasileño Nílson Izidio- el máximo goleador
blanco ante el Real Oviedo con tres goles. Nílson marcó también goles al Real
Oviedo vistiendo el uniforme del Real Valladolid. Además, encontramos entre los
goleadores albacetistas al Real Oviedo otros nombres reconocidos: los
internacionales españoles Morientes
y Santi, y el croata Bjelica.
El Albacete era por aquel entonces uno de los equipos
malditos para los azules. Rocosísimo como visitante en el Carlos Tartière, batía
habitualmente al Real Oviedo en su Carlos Belmonte. El paroxismo de la maldición
albacetista fue la goleada por 5-0 en febrero de 1994. Pero hubo un jugador que
consiguió romper el mal fario con el Albacete, y fue el inolvidable Peter Dubovsky en la temporada 1995/96.
Dos goles suyos a mitad del segundo tiempo valieron sendas victorias oviedistas
en casa y a domicilio. Dubovsky comparte con otros dos mediapuntas (García
Barrero y Manu Busto) el haber como máximo goleador oviedista al Albacete con
sus dos tantos.
Dos jugadores clave en la historia de los Real Oviedo - Albacete: Dubovsky (q.e.p.d) y Zalazar |
En tiempos recientes Real Oviedo y Albacete se cruzaron
en 2ªB (en aquella Liga de relajado
criterio geográfico de reparto de grupos) y en la eliminatoria de cuartos de
final de la promoción de ascenso a Segunda de 2013. En el partido de ida
pudimos vivir uno de los mejores ambientes que ha habido en el Nuevo Carlos
Tartière con una grada llena de camisetas azules y un excelente tifo de Symmachiarii.
Tanto en ese día como en la vuelta reinó un ambiente de confraternización entre
aficionados de ambos clubes, hermanados en la desgracia y en el afán de aupar a
su equipo a la división superior. Pasó el Real Oviedo con bastantes apuros,
pero en semifinales se cayó ante el Éibar
–actual y sorprendente colíder de Primera División-.
Repasando la tabla histórica nos encontramos un panorama
que recuerda al de la semana pasada ante el Alavés. Marcado dominio local en
cada plaza –no tanto como ante los vitorianos- y gran igualdad en el cómputo
general, con ventaja albacetista en los goles por 20 a 16 (aquí el 5-0 de 1994
tiene mucho que ver). Llama la atención la prominencia del Albacete en Primera
(6 victorias en 10 partidos) y en contrapartida la imbatibilidad oviedista en
Segunda.
El equipo que dirige Sergio
Egea afronta este partido en posición comprometida. Es 19º -puesto de
descenso- con el único punto del empate en casa ante el Lugo. El Albacete de Luis César ha comenzado la Liga con dos
empates que le presentan en Oviedo decimosexto con dos puntos.
El Real Oviedo – Albacete se disputará en el Nuevo Carlos
Tartière el domingo 6 a las 17:00h, ni siquiera 24 horas después del España –
Eslovaquia y con la consiguiente preocupación mutua sobre el estado del césped.
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