Panorámica del Naranco sobre Oviedo, desde San Esteban de las Cruces |
Habitado desde la prehistoria pero manteniendo siempre su estatus natural junto a la ciudad a la que cobija, cobró importancia a mediados del siglo IX cuando el rey asturiano Ramiro I construyó su complejo palaciego en uno de sus rincones. Desde él se contempla una vista impagable de Oviedo y de toda la zona central asturiana (cuando la niebla lo permite) y por la carretera que sube a su cima se elevaron a la leyenda ciclista José Manuel Fuente “El Tarangu” y Tony Rominger. En estos tiempos de finales de etapa con llegadas en alto cortas y explosivas en las que el pelotón puede romperse súbitamente en mil pedazos y los jefes de filas pueden arañar valiosos segundos al cronómetro, no podía faltar el paradigma de este tipo de ascensiones. Ojalá el del próximo viernes 13 de agosto sea el primero de una larga tanda de finales de etapa habituales en la Vuelta a España, tal y como sucedió en los ochenta y en los noventa, pues aunque carece de longitud y pendientes exageradas no le faltan ni leyenda, ni carisma, ni afición que llene sus cunetas.
Por
si las moscas, un matiz antes de comenzar. A veces se confunde el
Naranco con el Naranjo (de Bulnes) y viceversa. Nada que ver el uno con
el otro. Éste último, situado en el centro de los Picos de Europa y
llamado Urriellu, es apodado “Naranjo” por el color anaranjado que toma
su piedra cuando atardece. Es la cuna y la meca del alpinismo español, y
en un futuro escribiré sobre él en una nueva sección.
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Por las faldas del Naranco
Perfil nº1 (Altimetrías) |
Perfil nº2 (Tracks4Bikers), más orientativo que fiable en ciertos tramos |
Unos
300 o 400 metros más arriba, la cuesta se hace algo más pronunciada
(cerca del 8%) justo allí donde actualmente acaban las aceras y dejan
paso al arcén. Es un tramo de otros 300 metros (+/-) en el que nos
acercamos hacia un famoso merendero llamado obviamente “El Mirador”.
Desde la curva de “El Mirador”, una herradura a izquierdas, quedan unos
quinientos metros de pendiente algo más suave en su inicio y que
recuperará en su tramo final el 8%. Llegamos a los monumentos
prerrománicos del Naranco y merece que hagamos una pequeña parada.
Viaje al siglo IX
El primero que nos encontramos, visible desde lejos, es Santa María del Naranco. Un edificio construido en tiempos del rey Ramiro I (842-850) y diseñado por el arquitecto Tioda,
de origen ilirio (hoy diríamos ex-yugoslavo). Aunque no está totalmente
claro, hoy se acuerda que su uso original era el de residencia del rey.
Posiblemente su palacio de veraneo. También se especula que pudiera
hallarse habitado si no todo el año al menos la mayor parte, dejando el
más antiguo en el centro de Oviedo para los meses de invierno. Con
posterioridad fue utilizado como iglesia. Se le añadió en el XIX una
espadaña que alteró la escalinata sur y que pereció al ser derruida.
Desde el punto de vista artístico representa el arquetipo del arte prerrománico asturiano,
arranque del posterior estilo románico de la Europa de la baja Edad
Media. Una fórmula de arquitectura sin parangón en la Europa occidental y
sólo emparentada con los templos construidos en Asia Menor bajo el
influjo de Constantinopla (no en vano, Tioda era nativo de la zona de
influencia bizantina). A diferencia de otras construcciones del
prerrománico local, Santa María tiene una única nave central de grandes
dimensiones, con una cripta inferior y una balconada a cada extremo. Los
arcos de medio punto están sostenidos por columnas de estilo corintio y
sus enjutas están decoradas con medallones en relieve. A decir de los
que saben, el prerrománico asturiano se define por sus bóvedas de cañón
en las naves (la de Santa María es enorme) y por los frescos que
decoraban sus paredes interiores (gesto claramente bizantino que hoy
sólo puede apreciarse en parte en otro templo prerrománico ovetense: San
Julián de los Prados). Los tres arcos de las fachadas laterales de
Santa María del Naranco se usaron en el icono turístico corporativo
asturiano, y de su importancia habla la admiración que Rafael Moneo
manifiesta hacia este edificio, catalogándolo como “gran obra de arte”.
Como curiosidad añadida, diremos que en la cabecera de la sección “La
máquina del tiempo” del programa de TV “La Aventura del Saber” incluyen
Santa María del Naranco como representativo de la Alta Edad Media.
Santa María del Naranco |
San Miguel de Lillo |
A
unos 400 metros más arriba, según la carretera se vuelve a empinar un
poco, se encuentra el otro templo prerrománico ramirense: San Miguel de Lillo.
Su planta se asemeja más al resto de edificios del prerrománico
asturiano aunque su construcción fue coetánea de la de Santa María. Se
supone que su uso fue siempre eclesial. En él se destacan sobremanera
las jambas de sus portones, profusamente talladas. También la existencia
de tres ábsides, lo que sugiere que nos hallamos ante la parte trasera
de un edificio mayor. Se cree que lo conservado es sólo la tercera parte
de un gran edificio con finalidad de basílica palaciega, y que una
parte importante de San Miguel se derrumbó tras un desprendimiento.
Sobrecoge ver estos edificios, razonablemente enteros tras más de once
siglos y medio en pie, e imaginarse las circunstancias de su
construcción, y los siglos de olvido transcurridos desde el final de la
monarquía asturiana hasta que los hombres volvieron su vista sobre su
pasado y se decidieron a conservar los vestigios de sus ancestros. Hay
abundancia de construcciones de este estilo repartidas por el centro de
Asturias (Santa Cristina de Lena, San Salvador de Valdediós, Santa María
de Bendones...) y varios de ellos sin salir del centro de Oviedo (La
Cámara Santa, en la Catedral; el ábside de la iglesia de San Tirso,
junto a ella...) Durante muchos años se estimó que la Fuente de
Foncalada –también en el centro de Oviedo- era prerrománica pero el
hallazgo hace pocos años de la base de la llamada “Fuente de la Rúa” –en
el Museo de Bellas Artes, muy próximo a la Catedral-, considerada
gemela de Foncalada, planteó que el origen de Oviedo pudo haber sido no
altomedieval, sino romano. Aquí podríamos hablar de los hallazgos de una
villa romana bajo los terrenos de la actual Facultad de Medicina, o de
los muchos rastros neolíticos esparcidos por Oviedo y sus aledaños (el
Naranco atesora un castro en la zona de Cuyences), pero ya me he
enrollado bastante...
Para finalizar este inciso, no dejaré de reclamar que la zona de acera,
al menos a un lado de la calzada, llegara a las proximidades de Santa
María del Naranco –al menos, a su finca inferior- para facilitar su
acceso a pie. No hay que alargar mucho y representaría un gran beneficio
turístico.
De Lillo a la cima
La Curva de Lillo, el punto clave |
Vista aérea de la cima del Naranco |
En realidad, no es el final
de la subida, puesto que la carretera continúa. A la altura del bar la
carretera curva en zig-zag hacia una explanada que se abre a la derecha
donde en días propios se suele acampar en plan “picnic”, y que mira al
nordeste. Pasada esta explanada campera, continúa una carretera sinuosa y
muy vertical (en torno al 12%) que habría sido un añadido final muy
notable para la escalada al Naranco de no ser porque la cima es estrecha
y no admite la parafernalia de meta, pero a donde se puede llegar
individualmente en coche, bicicleta o a pie. Es la cima principal del
Naranco, el llamado “Pico Paisano” (632 metros) coronada por una gran estatua del Sagrado Corazón
de Jesús, visible desde muchos kilómetros a distancia y que es a Oviedo
lo que el Cristo del Corcovado a Río de Janeiro, y que tiene análogos
en otras ciudades en España y fuera de ella (pienso en Palencia, o en
Cuzco en Perú por poner un par de ejemplos). Su promotora original fue Ramoncita Bertrand,
miembro de una conocida familia foránea de industriales radicada en
Oviedo (como los Tartière) que dedico una parte de su vida a realizar
pequeñas colectas para la construcción del monumento en lo alto del
Naranco. Falleció bastantes años antes de que se inaugurara finalmente,
en 1981. Se da la circunstancia de que uno de los hijos de Ramoncita es
mi tío político, y que fue él quien dibujó el primer boceto del Sagrado
Corazón del Naranco, que dista ligeramente de la imagen actual.
Cada
año, a mediados de junio, se realiza una jira al Sagrado Corazón para
cuya circunstancia especial se rehabilita una línea de autobús que
llegaba a la explanada central (la Meta del Naranco) y que se acortó
hace más de veinte años primero hasta San Miguel de Lillo, y después más
abajo cuando se abrió el nuevo acceso al edificio del Centro Asturiano,
que antes tenía su entrada por una carretera que partía de la Curva de
Lillo hacia la izquierda.
Alternativa
Para
quienes gusten del senderismo y la naturaleza, y para los que prefieren
la BTT a la bicicleta tradicional, el Naranco también ofrece la
posibilidad de recorrer una ruta pedestre alternativa a la carretera
asfaltada. Una parte desde Lillo, otra desde el cercano pueblo de Ules y
otra desde Fitoria, al otro lado del Naranco (que yo sepa).
Videoteca on-line del Naranco
1986 https://www.youtube.com/watch?v=ZHx6R5arlCU
1991 https://www.youtube.com/watch?v=Xl2i6Nho1TE
1992 https://www.youtube.com/watch?v=0mpwn_8341o
o https://www.youtube.com/watch?v=1k78BRWDMTs
o https://www.youtube.com/watch?v=1k78BRWDMTs
1993 https://www.youtube.com/watch?v=24cnKBrnNcU
(y las célebres entrevistas a Rominger y a Zülle)
https://www.youtube.com/watch?v=OvsaKGM61VM
https://www.youtube.com/watch?v=Z1zih6YGeUo
1995 https://www.youtube.com/watch?v=t0TLaoQim-Q
1996 https://www.youtube.com/watch?v=AFsKyF5j5QA
1997 https://www.youtube.com/watch?v=FtTxfTMXqFI
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