
Siendo optimistas, se puede comprobar que mediada la
primera vuelta ocurrió un bajón parecido que dejó a los de Anquela en mitad de
la tabla, pero que –previo cambio de sistema- fue contestado con una muy buena
racha posterior que elevó al Real Oviedo en la clasificación hasta el borde del
ascenso directo. Los próximos rivales con los que ya hay cita con fecha y hora,
si bien exigentes, son sobre el papel ideales para recuperarse y relanzarse. El
primero de ellos es el Barcelona At.
o “B”. El filial barcelonista empezó la temporada aceptablemente pero deambula
desde hace jornadas por la zona media-baja. Es de esperar que se haya
escarmentado de la visita del Albacete y es de desear que esta vez la
caprichosa pelotita entre en la portería rival. No obstante, “ojito” con ellos
porque son mejores visitantes que anfitriones. Vienen de ganar en Lugo, por
ejemplo, y en las últimas jornadas sólo han perdido un encuentro.
Para este encuentro será baja el hasta ahora perenne Saúl,
expulsado en La Romareda.
Introducción
al rival
La
actual encarnación del equipo filial azulgrana se fundó en julio de 1970 como
fusión de dos filiales barcelonistas previos, el Condal (principal equipo “B”
que llegó a jugar en Primera División) y el At. Cataluña. Durante sus dos
primeras décadas de existencia gozó de cierta autonomía con respecto a su club
matriz (con directiva, masa social y personalidad jurídica propia) pero pasó a
depender total y formalmente del Barcelona en virtud de la denominada “Ley del
Deporte” de 1990.
Su
gran época tuvo lugar en el período entre 1982 y 1999, en los que militó en
Segunda División (salvo breves descensos a Segunda B) Tras una primera década
de siglo XXI un tanto aciaga con descenso a Tercera incluido, en 2010 recupera
su puesto en Segunda durante cinco campañas para descender a Segunda B de nuevo
en 2015. El pasado junio volvió a ascender a Segunda.
En
2011 y 2014 consigue su mejor puesto en Liga (3º) pero su condición de filial
del Barcelona le impide competir por el ascenso a Primera. En Copa (hasta su
retirada de la competición al ser filial en la 1987/88) alcanzó los octavos de
final en 1975 y 1984.
A
lo largo de su trayectoria ha surtido de jugadores no solo al Barcelona, sino
también a muchos otros clubes cuyos futbolistas no encontraban acomodo por unas
causas u otras en el primer equipo azulgrana.